El Gobierno demandará a Francisco Illaramendi, un banquero que cometió el ilícito y puso en juego prácticamente todo el dinero del Fondo de Pensiones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Después de más de un mes de silencio sepulcral, finalmente el Gobierno venezolano anunció que participará en la demanda contra el hasta ahora muy bien conectado con la administración del presidente Hugo Chávez, quien se declaró culpable en Miami por varios fraudes en los que puso en juego prácticamente todo el dinero del Fondo de Pensiones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), al cual tuvo acceso como su principal administrador.
Illaramendi está detenido y señalado de haber usado unos 540 millones de dólares del mencionado fondo para financiar empresas propias y captar dinero fresco, con la promesa de regresar los pagos con dinero que, a la vez, obtenía de nuevos inversionistas, siguiendo el clásico esquema de ‘pirámide’, que causó recientemente grandes estragos en la economía colombiana.
Ese dinero pertenece a 25.000 jubilados de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y a otros 105.000 trabajadores activos que mensualmente pagan entre 6 y 10 por ciento de su salario para garantizar su pensión de retiro.
El fraude incluye la falsificación de constancias que aseguran la existencia del dinero invertido y obteniendo beneficios, incluso para la propia Comisión de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas), que ya estaba tras la pista de los negocios del venezolano y había pedido explicaciones sobre los activos de su conglomerado de empresas, reunidas con el nombre de MK Capital Management.
Ante el peso de la acusación, Illaramendi enfrenta la posibilidad de ser condenado hasta a 70 años de cárcel.
Desde hace un mes, la prensa venezolana ha publicado informes sobre la pérdida de millones de bolívares en el Fondo de Pensiones de Pdvsa, a propósito de las denuncias que comenzaron a filtrar sindicatos petroleros y miembros de la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera.
Hasta ahora, aseguran (tras haber encargado una investigación propia, pues no hay cifras oficiales), que entre 2008 y 2009 desaparecieron del Fondo unos 186 millones de dólares. Ante los primeros datos del fraude, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, se limitó a asegurar que el Fondo de Pensiones es administrado exclusivamente por los propios jubilados, algo que éstos niegan reiteradamente.
Poco después ajustó el manejo oficial del asunto y marcó distancia con el banquero, asegurando que éste había estado contratado por la petrolera en el 2004 y que inmediatamente había sido cancelado su contrato.
Sin embargo, es ampliamente conocido que el director de Finanzas de Pdvsa, Eudomario Carrullo, fue quien designó a Illaramendi como director administrativo del Fondo de Pensiones, tras haber ganado amplia ascendencia dentro del Gobierno venezolano como amigo del ex ministro de Finanzas José Rojas.
Vía El Nacional
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