El papa Benedicto XVI llegará en góndola a Venecia para celebrar una visita de dos días el sábado y el domingo a la ciudad italiana emblema del arte y la cultura.
Una semana después de la triunfal beatificación en Roma de Juan Pablo II, el papa Benedicto XVI, de 84 años, visita una de las regiones más prósperas y católicas de la península, puente entre el este y el oste de Europa, donde nacieron cinco pontífices y cuna de numerosos misioneros.
Para la ocasión, Benedicto XVI abordará una góndola y usará un "papamóvil eléctrico" que facilitará sus desplazamientos en la sugestiva Ciudad de Marco Polo.
El Papa visitará el sábado primero la italiana Aquilea, donde se reunirá con representantes de 36 diócesis de Italia, Eslovenia, Croacia, Austria y Alemania.
La histórica ciudad fue uno de los centros de expansión del cristianismo desde el siglo IV y según la tradición fue cristianizada por Marco, uno de los cuatro evangelistas.
El sábado en la tarde llegará a Venecia, donde nació el papa Juan Pablo I, patriarca de esa ciudad, quien murió un mes después de haber sido elegido al trono de Pedro en 1978.
Como sus predecesores, Pablo VI en 1972 y Juan Pablo II en 1985, llegará a la plaza de San Marcos en una góndola.
La competencia para seleccionar entre más de 400 gondoleros a los dos que lo transportarán a bordo de la "Dogoressa" entre las basílicas de San Marcos y la Santa María de la Salud fue dura.
Desde esa basílica, sobre el Canal Grande, pronunciará un discurso a los representantes del mundo de la cultura, el arte y la economía de Venecia.
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