Papa Benedicto XVI cruza en góndola el Gran Canal de Venecia
El papa Benedicto XVI cruzó hoy en góndola el inicio del Gran Canal de Venecia en un breve trayecto que lo llevó desde el muelle de la Plaza de San Marcos hasta la Basílica de Santa María de la Salud, en uno de los últimos actos de su visita a la Ciudad de los Canales.
Con importantes medidas de seguridad, a las seis de la tarde hora local, el pontífice subió a la "Dogaressa", la misma góndola de grandes dimensiones que ya fue utilizada en 1985 con motivo de la visita de Juan Pablo II.
Cuatro veteranos gondoleros llevaron a Benedicto XVI en un trayecto de algo más de quince minutos hasta el Dorsoduro, la parte de la Ciudad de los Canales en la que se erige la Basílica de Santa María de la Salud, construida en honor a la Virgen tras la epidemia de peste de 1630.
Ya en la Basílica, y después de recibir un auténtico baño de multitudes esta mañana con una misa ante unas 300.000 personas en un parque de las afueras de Venecia, el papa pronunció un discurso ante representantes de la cultura y economía de la Ciudad de los Canales.
Allí el papa, quien cumple con este el vigésimo segundo viaje por Italia de su pontificado, hizo referencia a unas esperanzadoras palabras sobre las posibilidades del ser humano sacadas del Concilio Vaticano II para animar a que se recurra a la fe ahora que, según él, las "utopías ideológicas" y la esperanza están en crisis.
"Escuchamos estas expresiones en un tiempo en el que se ha agotado la fuerza de las utopías ideológicas y no sólo el optimismo se ha oscurecido, sino que también la esperanza está en crisis. No debemos por ello olvidar que los padres del Concilio, que nos han dejado esta enseñanza, habían vivido en la época de las dos Guerras Mundiales y de los totalitarismos", indicó Benedicto XVI.
"Su perspectiva no estaba de seguro dictada por un fácil optimismo, sino por la fe cristiana, que anima a la esperanza a la vez grande y paciente, abierta al futuro y atenta a las situaciones históricas", agregó.
Según el papa, quien llegó ayer por la tarde a Venecia, la Ciudad de los Canales tiene "una larga historia y un rico patrimonio humano, espiritual y artístico para ser capaz también hoy de ofrecer una preciosa contribución al ayudar a los hombres a creer en un futuro mejor y a comprometerse a construirlo".
Benedicto XVI animó a los presentes a huir además de la cultura "líquida" que expresa su "fluidez" en tanto que goza de poca estabilidad e inconsistencia.
"El hombre es libre de interpretar, de dar un sentido a la realidad, y justamente en esta libertad consiste su gran dignidad. En el ámbito de una ciudad, también las elecciones de carácter administrativo, cultural y económico dependen, en el fondo, de este enfoque fundamental, que podemos llamar "político" en la acepción más noble y elevada del término", afirmó el papa.
"Se trata de elegir entre una ciudad "líquida", patria de una cultura que parece cada vez más relativa y efímera, y una ciudad que renueva constantemente su belleza surtiéndose de las fuentes beneficiosas del arte, del saber, de las relaciones entre los hombres y los pueblos", añadió.
Benedicto XVI partirá esta misma tarde de vuelta hacia Roma, donde está previsto que llegue en torno a las 20.30 hora local (18.30 GMT). EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario