Lo Último

.

.

viernes, 24 de junio de 2011

China, el pasado ferroviario de California y también el presente

En lo alto de las montañas de Sierra Nevada, en California, medio escondido por la nieve, un túnel abandonado es un monumento a los trabajadores chinos que ayudaron a construir el moderno Estados Unidos.

Un siglo y medio después, los chinos regresan para construir la última generación de trenes del país, pero con un rol bien diferente.

Entre 10.000 y 20.000 trabajadores chinos necesitaron un año para, a través de la roca, trazar el Túnel de la Cumbre, un tramo clave del primer tren transcontinental.

Las vías férreas estadounidenses abrieron el camino hacia el oeste, esparciendo pueblos y ciudades a lo largo de la ruta. Pero mientras que los trenes de carga todavía ayudan a conducir la mayor economía del mundo, los de pasajeros son lentos y poco fiables.
En un país como EE.UU., donde para los ciudadanos el automóvil es algo así como el propio castillo, los trenes han quedado atrás.

Hacer un tren de pasajeros que cruce el país es algo que llega notoriamente tarde.

Nueva línea

El presidente Barack Obama hizo de un tren de alta velocidad una prioridad nacional. El primero en llegar será el que una Los Angeles con San Francisco.

Uno de los favoritos para adjudicarse la obra es un consorcio de China, país que ha construido más trenes de alta velocidad con la última tecnología que ningún otro.

"Es hasta gracioso, irónico, lo que se siembra se cosecha", dice Don Davis, de la Sociedad Ferroviaria de Truckee Donner.

Dentro del túnel, ante la roca que fue troceada y retirada a mano, describe cómo los trabajadores de hace 150 años vivían bajo la nieve en los crudos inviernos de la zona, trabajando todo el año.

"Los chinos eran contratados por las empresas porque la mayoría de los californianos se dedicaban a las minas de oro, o trabajaban un día y ganaban para cerveza o whisky, se emborrachaban y al día siguiente no aparecían", cuenta Davis.

"Los chinos tenían buena reputación como constructores de túneles y eran empleados confiables: sólo bebían té".

Las condiciones eran terribles y la paga peor. Los chinos eran los únicos dispuestos a aceptarlas.

"No los trataban bien, algo como a los inmigrantes ilegales hoy, si se puede decir", afirma Davis.

"Nadie los quería alrededor. Los hubieran expulsados de los pueblos y cosas así, pero cuando trabajaban, las ferroviarias realmente los querían".

Fue una gran hazaña de la ingeniería, como será la nueva red de alta velocidad.

"Inversión total"

Las animaciones de cómo serán los nuevos trenes de alta velocidad, a partir de los trenes bala asiáticos, son impresionantes.

Pero en momentos de crisis económica, la ingeniería de los trenes resultará muy cara. Los chinos ofrecen también incentivos de financiación, pues su país dispone de dinero para gastar y tiene especial interés en entrar en el mercado estadounidense.

Sin embargo, el profesor Richard White, experto en historia ferroviaria de la Universidad de Strandford, se muestra escéptico respecto a la construcción de la nueva línea.

"Si pasa, de lo que a veces tengo serias dudas, sería casi una inversión total de lo que fue hace 150 años".

White apunta que "entonces el capital y la tecnología eran estadounidenses y los chinos ponían mano de obra barata".

"Por cómo hablan de hacerlo ahora, será mano de obra estadounidense con fuerte inversión en tecnología china y hasta con una tentativa de obtener entradas de capital chino".

Es la historia de cómo ha cambiado el orden mundial. California tiene la mayor comunidad china fuera de Asia, pero no significa que los estadounidenses no estén asustados con la velocidad del cambio.

Alastair Leithead

BBC, California