Centenares de ciudadanos de Duisburgo depositaron velas encendidas, flores, mensajes, fotos y dedicatorias en el túnel donde un año atrás se desencadenó la tragedia de la "Loveparade", en la que murieron 21 personas al desatarse el pánico entre la multitud.
El túnel Karl-Lehr y la escalera adyacente, por la que decenas de jóvenes trataron de escapar al sentirse atrapados entre la multitud, se cubrieron de flores, blancas y rojas, en recuerdo de las víctimas de la catástrofe, ocurrida hace hoy exactamente un año.
A estos actos recordatorios espontáneos de la población seguirá una ceremonia, en el estadio de fútbol de la ciudad, que se iniciará a las 13.00 GMT.
Al acto está previsto asista, por parte institucional, la primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, entre otros.
No acudirá, en cambio, el alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland, como tampoco lo hizo en las ceremonias del año pasado, por respeto a los sentimientos de los familiares y las víctimas, explicaron ambos en días precedentes.
Tampoco asistirá, por el mismo motivo, el organizador entonces del evento, Rainer Schaller.
A Sauerland -como al organizador de la Loveparade- se le sigue considerando responsable en parte de la tragedia, en tanto que responsable último de que se autorizase una fiesta que se sabía iba a ser multitudinaria para la que finalmente no se habían previsto los dispositivos de seguridad precisos.
Sauerland, quien sigue en el cargo pese a las múltiples críticas a su gestión, pidió hace unas semanas públicamente disculpas, por primera vez, por una catástrofe en que 21 jóvenes perdieron la vida y otros 500 resultaron heridos.
"Como alcalde de esta ciudad yo cargo con la responsabilidad moral de ese suceso. Disculparme con todos los afectados y heridos es una necesidad personal", aseguró Sauerland en una declaración durante una reunión del pleno del ayuntamiento.
La Fiscalía local tiene abierto sumario contra 16 personas relacionadas con la tragedia del festival tecno, entre los que se encuentran once funcionarios del gobierno local, cuatro empleados de la organización del espectáculo y un policía.
En junio, la Fiscalía confirmó que las sospechas apuntan a la administración de Duisburgo, la Policía y la organización de la "Loveparade".
La tragedia del 24 de julio de 2010 se precipitó al quedar atrapada una multitud en el acceso al túnel, para el que no había salidas de emergencia.
La mayoría de las víctimas murieron de asfixia o aplastadas por otros jóvenes que trataban desesperadamente de escapar de la avalancha humana.
EFE