El Wall Street Journal, emblema del imperio mediático de News Corp, salió al cruce el lunes de las críticas contra su casa matriz, envuelta en un escándalo de escuchas ilegales en Gran Bretaña, denunciando una amalgama entre el diario financiero y los tabloides británicos.
"Responsables políticos y nuestra competencia utilizan el escándalo de las escuchas efectuadas hace unos años en un rincón británico de News Corp para atacar al Journal y quizás perjudicar la libertad de prensa en general", se queja el diario estadounidense en un editorial.
Al volver a los hechos que condujeron a una decena de detenciones en Gran Bretaña, y especialmente a la de la ex directora general de la filial británica de News Corp, Rebekah Brooks, el Wall Street Journal recuerda que "las escuchas telefónicas son ilegales" y subraya que "corresponde a las autoridades británicas hacer respetar la ley".
"Si Scotland Yard no lo hizo como correspondía cuando se descubrieron las escuchas hace años, eso es más grave que las escuchas mismas", según el diario neoyorquino.
De acuerdo con el Wall Street Journal, el conjunto de los "tabloides británicos son conocidos desde hace años por comprar primicias y remover el fango alrededor de la gente famosa".
El diario estadounidense critica a quienes "chillan para que los políticos demuelan a (el presidente y fundador de News Corp, Rupert) Murdoch y News Corp", y dice confiar en los lectores para "discernir los motivos comerciales e ideológicos de nuestros competidores y críticos".
"Lo que resulta particularmente infecto son las lecciones de deontología periodística brindadas por publicaciones que dan a Julian Assange y WikiLeaks su derecho moral a imprimir", agrega el editorial, en una referencia transparente a los diarios británico The Guardian y estadounidense New York Times.
AFP