(AP) — La ex senadora Piedad Córdoba dio a conocer el martes una carta dirigida al ELN en la que insistió en “la necesidad de una mesa única de diálogo y negociación, para un proceso de paz único y nacional” con ese grupo guerrillero y las Farc.
La carta de Córdoba vino como respuesta a una misiva que se conoció hace dos semanas por parte de Nicolás Rodríguez (alias “Gabino”), primer comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Córdoba consideró importante esa necesidad “habida cuenta que en las últimas comunicaciones de ustedes y del Secretariado de las Farc-EP registramos una coincidencia total en el enfoque de hacer de los diálogos y la negociación el camino apropiado para la solución política al conflicto político social y armado” de Colombia.
En el comunicado de hace dos semanas, el ELN había dicho que una “mesa gobierno e insurgencia es hoy lo más aconsejable y en tal sentido nos esforzamos para alcanzarlo”.
A nombre de un grupo de activistas llamado Colombianas y Colombianos por la Paz, que ella encabeza, Córdoba agregó que “tenemos la convicción de que la unidad de los colombianos y las colombianas alrededor de la paz es la más grande de las unidades a que podamos aspirar quienes deseamos días mejores y justos para Colombia y sus gentes”.
Añadió que “creemos (…) que las soluciones deben ser con la aprobación popular, de la sociedad civil, aunque luego un reglamento de conversaciones sea construido por las partes que asuman los diálogos”.
En la misma carta, Córdoba le pidió a Gabino que dijera en qué situación están y cómo garantizar la libertad de 98 personas que, según cifras del gobierno nacional, están secuestradas por el ELN. Ese aspecto “mientras el gobierno del presidente (Juan Manuel) Santos toma la decisión de establecer conversaciones más amplias, lo cual sí supone determinación de ambas partes”.
La política liberal expresó en la carta para Gabino y los demás miembros del llamado Comando Central del ELN, que espera “que no desistamos de ese propósito noble de construir la paz con justicia social”.
En septiembre de 2010, la Procuraduría destituyó a Córdoba por sus presuntos nexos con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El pronunciamiento de Córdoba al ELN se conoció el mismo día en que el presidente Santos dijo en Santiago de Chile que su gobierno aún no ve pruebas fehacientes de que la guerrilla quiera llegar a algún tipo de acuerdo de paz.
El mandatario, que llegó la víspera a la capital chilena para una visita oficial de dos días, reiteró que la puerta de la paz en Colombia está abierta para aquellos grupos armados ilegales que se den cuenta de que por la vía de la violencia sólo van a lograr “la tumba o la cárcel”.
Santos no mencionó directamente un reciente mensaje de Alfonso Cano, máximo jefe de las Farc, pero sus palabras fueron recibidas como la reacción a los comentarios del insurgente.
Según jefes militares, algunos de los cabecillas del ELN, que posee al menos 3.000 miembros, estarían radicados en Venezuela, cuyo gobierno siempre ha negado acoger a rebeldes colombianos.
Intentos de negociaciones de paz desde finales de los años 80, tanto con el ELN como con las Farc, han naufragado en medio de divergencias de las partes y acciones armadas.
Las FARC son el grupo insurgente más grande y se calcula que tienen al menos 8.000 integrantes.