El Barcelona respondió con una goleada al Mallorca (5-0) después de dos jornadas con la pólvora mojada, y su estrella, el argentino Lionel Messi, volvió por sus fueros, con un partido notable y con un triplete de goles.
El Barcelona volvió a plantear un partido atrevido, dejando a tres defensas (el brasileño Dani Alves, el argentino Javier Mascherano y el francés Eric Abidal), colocando a Messi por detrás de tres delanteros y con dos extremos inusuales, como fueron el brasileño Adriano y el joven Isaac Cuenca.
El marcador lo abrió de penal Lionel Messi (13’), quien se dirigió a la cámara para celebrar el tanto, contando con los dedos: 1, 2 y 3, casualmente el número de partidos que llevaba sin marcar. No obstante, como si fuese una premonición, acabarían siendo los tres tantos que marcó en la primera parte.
Después de anotar el tanto 130 en la Liga y quedarse solo a uno del mítico Ladislao Kubala, en el minuto 21 un nuevo centro de Cuenca encontró otra vez el remate de Adriano, esta vez bastante defectuoso y con el pie, y el balón acabó en los pies de Messi, quien marcó el segundo tanto desde el centro del área (2-0).
Justo a la media hora, el Barza dejó sentenciado el partido con el tercer gol. Vino precedido de una gran jugada de Messi y un pase a Thiago, que se lió con otro pase cuando tenía un disparo claro. En el rechace, Alves envió el balón al centro del área donde Messi lo desvió para anotar su triplete (3-0).
En la segunda mitad, el joven Isaac Cuenca recibió un balón dentro del área a los cuatro minutos, regateó al meta y marcó el cuarto gol (4-0).
Fue la sentencia, por si al Mallorca le faltaba algún signo más de que nada podía hacer en este partido.
La fiesta acabó con un golazo de Dani Alves, tras un durísimo disparo desde fuera del área, tras sacarse una falta en la que Messi fue cazado en el centro del campo.
EFE