La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, expresaron su determinación de apoyar la recapitalización de la banca europea y apremiaron a una "pronta ratificación" del reforzado fondo europeo de rescate FEEF por todos los países implicados.
El presidente francés hizo énfasis en el "esfuerzo común" de París y Berlín para trabajar "estrechamente y de acuerdo" en esa dirección.
"Estamos decididos a defender y apoyar a la banca porque es fundamental para dar una salida sólida y duradera a la crisis de la deuda", dijo Merkel.
Tanto la canciller como el presidente francés reiteraron que, en lo que respecta al siguiente tramo del rescate a Grecia, esperarán la evaluación de la troika -Banco Central Europeo (BCE), Comisión Europea (CE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-, prevista para el 24 de octubre.
Ambos líderes expresaron reiteradamente su determinación en tener listo "un paquete completo" para resolver la crisis de la deuda y para apoyar a la banca antes de finales de octubre.
Merkel subrayó, asimismo, la importancia de la cumbre de líderes del G20 en Cannes (Francia), el 3 y 4 de noviembre, para poder presentar ahí esa "solución duradera", que irá acompañada, en palabras de Sarkozy, de una "nueva visión de Europa".
Merkel y Sarkozy hicieron estas declaraciones aproximadamente media hora después de la llegada del presidente francés a Berlín y antes de la reunión de trabajo que mantendrán ambos líderes en Cancillería.
El encuentro en la capital alemana, que se prolongará después de su rueda de prensa conjunta, está centrado en la búsqueda de un nuevo programa de recapitalización de la banca europea, ante la alerta creciente por una posible insolvencia griega.
Ambos líderes deben consensuar un mecanismo para aportar fondos públicos al sector financiero europeo, lastrado por la tenencia de deuda helena.
Merkel ha reiterado que sólo como última opción debe recurrirse el reforzado fondo europeo de rescate FEEF como instrumento de recapitalización bancaria y ha abogado porque los bancos recurran primero en caso de dificultades a los mercados y a los gobiernos nacionales.
Por su parte, Francia reniega de esta respuesta en tres pasos y apuesta por emplear en primer lugar el FEEF.
Tanto Merkel como Sarkozy buscan así proteger sus propios intereses, ya que Berlín teme convertir el capital del fondo de rescate en una especie de mecanismo automático, mientras París pretende que la gran exposición de su banca a la deuda soberana griega no haga bajar su calificación crediticia "AAA".
EFE
El presidente francés hizo énfasis en el "esfuerzo común" de París y Berlín para trabajar "estrechamente y de acuerdo" en esa dirección.
"Estamos decididos a defender y apoyar a la banca porque es fundamental para dar una salida sólida y duradera a la crisis de la deuda", dijo Merkel.
Tanto la canciller como el presidente francés reiteraron que, en lo que respecta al siguiente tramo del rescate a Grecia, esperarán la evaluación de la troika -Banco Central Europeo (BCE), Comisión Europea (CE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-, prevista para el 24 de octubre.
Ambos líderes expresaron reiteradamente su determinación en tener listo "un paquete completo" para resolver la crisis de la deuda y para apoyar a la banca antes de finales de octubre.
Merkel subrayó, asimismo, la importancia de la cumbre de líderes del G20 en Cannes (Francia), el 3 y 4 de noviembre, para poder presentar ahí esa "solución duradera", que irá acompañada, en palabras de Sarkozy, de una "nueva visión de Europa".
Merkel y Sarkozy hicieron estas declaraciones aproximadamente media hora después de la llegada del presidente francés a Berlín y antes de la reunión de trabajo que mantendrán ambos líderes en Cancillería.
El encuentro en la capital alemana, que se prolongará después de su rueda de prensa conjunta, está centrado en la búsqueda de un nuevo programa de recapitalización de la banca europea, ante la alerta creciente por una posible insolvencia griega.
Ambos líderes deben consensuar un mecanismo para aportar fondos públicos al sector financiero europeo, lastrado por la tenencia de deuda helena.
Merkel ha reiterado que sólo como última opción debe recurrirse el reforzado fondo europeo de rescate FEEF como instrumento de recapitalización bancaria y ha abogado porque los bancos recurran primero en caso de dificultades a los mercados y a los gobiernos nacionales.
Por su parte, Francia reniega de esta respuesta en tres pasos y apuesta por emplear en primer lugar el FEEF.
Tanto Merkel como Sarkozy buscan así proteger sus propios intereses, ya que Berlín teme convertir el capital del fondo de rescate en una especie de mecanismo automático, mientras París pretende que la gran exposición de su banca a la deuda soberana griega no haga bajar su calificación crediticia "AAA".
EFE