Los presidentes de las Organizaciones Empresariales Iberoamericanas, participantes en la XXII reunión celebrada en La Asunción-Paraguay, entre el 24 y 25 de octubre de 2011, realizaron una Declaración así como una serie de consideraciones especiales dentro de las cuales destaca la referida al caso Venezuela. En tal sentido señalan: “el empresariado iberoamericano, denuncia, una vez más las políticas anti-empresariales que desde más de una década acosan al sector privado venezolano, y en la actualidad presentes en Ecuador. Por tanto, solicitan a la Organización Internacional de Empleadores que ante las violaciones permanentes de los derechos fundamentales de los empresarios consagrados en la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales de la OIT y en la Declaración Universal de Derechos Humanos siga denunciando estos abusos ante los organismos competentes de las Naciones Unidas”.
Por otro lado, en la Declaración se insiste en que los países donde se fortaleció el diálogo social y se han respetado las libertades se registran mejoras en la tasa de empleo y reducción de la pobreza. No obstante, de acuerdo a la opinión del presidente de Fedecámaras, Jorge Botti, estas dos premisas fundamentales para el crecimiento económico, el progreso y el bienestar no se están cumpliendo en Venezuela.
Explicó que en los países donde se apoya la iniciativa privada, los resultados positivos saltan a la vista. Tan es así que la mencionada Declaración asegura que gracias a la combinación de más iniciativa privada y mejores políticas públicas, 80 millones de personas de la región iberoamericana salieron de la pobreza en los últimos ocho años. De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo, sólo en 2010, fundamentalmente en la empresa privada, se generaron casi 7 millones de empleos.
También señala que “sin embargo, en aquellos países donde el Estado acosa al sector privado mediante autoritarismo, una fiscalización abusiva, expropiaciones o legislaciones intervencionistas ha producido una disminución en el progreso y bienestar de esas sociedades agravado con pérdida de democracia y niveles crecientes de informalidad y pobreza, así como la limitación de las libertades políticas y económicas”.
Los empresarios iberoamericanos, ante las amenazas de una recesión mundial que se prolonga en el tiempo, manifestaron su compromiso con la libertad y la democracia, sus valores y principios. “Libertad y democracia son indisociables de la libertad de emprender así como del respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT”, precisa el documento.
Propiedad privada como piedra angular
“Asimismo, la propiedad privada como piedra angular del desarrollo económico y social, requiere la asistencia y la aplicación de normas jurídicas claras y estables en un marco de transparencia, previsibilidad y buena gobernanza que den seguridad al emprendedor y a la sociedad en su conjunto”.
Al respecto Botti, lamenta que “en los últimos cinco años, el Gobierno Nacional ha tomado, intervenido o expropiado alrededor de 1.800 empresas, la mayoría de las veces sin el pago correspondiente. Muy pocas de ellas han sido retribuidas, de hecho no se ha respetado el proceso constitucional de las expropiaciones. El sector empresarial venezolano se encuentra muy lastimado y acorralado, con amenazas de leyes como la Ley de Costos y Precios, por citar la más reciente y perniciosa”.
Economía informal obstáculo para el progreso
Otro aspecto al cual hace referencia la Declaración es a la economía informal como obstáculo para el desarrollo, porque solo el empleo formal es capaz de brindar la mejor protección social. Lamentablemente, en la mayoría de los países de América Latina las cifras de informalidad siguen manteniéndose elevadas y en particular en Venezuela se estima que existen más de 5 millones de personas en el sector de la economía informal. “Un país que tenga un 50% de su población desempleada o en condición informal, ve afectada su productividad y competitividad”, indica Botti.
En concordancia la Declaración de los dirigentes empresariales sostiene: “la informalidad socava los sistemas fiscales, genera precariedad en el empleo. Los empresarios están en permanente disponibilidad para colaborar con los Gobiernos de la región para hacer frente con todos los medios a este grave problema, en ámbitos tales como el fiscal, empleo, crédito y tecnología”, precisa la Declaración.
Fortalecer el diálogo social
El fortalecimiento del diálogo social es otro factor sobre el cual se insiste para consolidar el desarrollo de los países iberoamericanos. En tal sentido, debe existir “voluntad política de las partes, basada en la confianza y el respeto mutuo, cumplimiento de los acuerdos y evitando las situaciones de confrontación. Igualmente, las alianzas público-privadas ayudan a generar un tejido empresarial fuerte y la riqueza de las economías de la región. Las organizaciones empresariales harán todos los esfuerzos para que los gobiernos las reconozcan como interlocutores válidos en la tarea de impulsar una agenda de desarrollo eficaz para garantizar el crecimiento, crear empleo y derrotar la pobreza.”
NOTA DE PRENSA
