(EFE).- El Departamento de Transporte de Estados Unidos sancionó hoy con 900.000 dólares de multa a la aerolínea American Eagle porque mantuvo por más de tres horas a 600 pasajeros dentro de quince de sus aviones que estaban demorados en el aeropuerto Chicago O’Hare.
Se trata de la primera violación de la norma impuesta por el gobierno federal en abril de 2010 por retrasos en la pista de aterrizaje en vuelos domésticos.
“Pusimos la norma en marcha para proteger a los pasajeros y nos tomamos cualquier violación de manera seria. Aseguraremos que aerolíneas y aeropuertos coordinen sus recursos para evitar dejar a los pasajeros retrasados en la pista”, afirmó Ray LaHood, secretario de Transporte en un comunicado.
La multa hace referencia a los hechos ocurridos el pasado 29 de mayo cuando la compañía American Eagle, filial de American Airlines, retuvo durante más de tres horas quince vuelos en la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional Chicago O’Hare.
En total 608 pasajeros estuvieron por más de tres horas dentro de los aviones en la pista de carreteo sin posibilidad de acceder a la terminal, de acuerdo con la investigación llevada a cabo por el Departamento de Transporte.
Del total de la sanción, 650.000 dólares deberán ser pagados en un plazo de 30 días, mientras que los restantes 250.000 dólares pueden ser asignados a los pasajeros afectados como millas de viaje, cupones para nuevos viajes o reembolsos en efectivo.
Por su parte, Dan Garton, el consejero delegados de American Eagle, lamentó en un comunicado los “inconvenientes causados por estos retrasos” y aseguró que se habían debido a las condiciones atmosféricas y congestión.
“Tomamos nuestra responsabilidad para cumplir con todos los requerimientos del departamento de manera seria y ya hemos puesto en marcha procesos para evitar que estos sucesos vuelvan a ocurrir en el futuro“, agregó.
La normativa obliga a las compañías a regresar las aeronaves a la terminal al cabo de tres horas u ofrecer una forma alternativa de salir del avión a los pasajeros.
Poco después, el gobierno extendió la norma también a los vuelos internacionales en aeropuertos de EE.UU., aunque amplió el tiempo de espera permitido hasta las cuatro horas.