EFE).- El primer ministro de Níger, Brigi Rafini, advirtió hoy en Uagadugu de que la circulación incontrolada de armas procedentes de Libia, tras la caída del régimen de Muamar el Gadafi, es “una amenaza para la región y el mundo entero”.
“La situación ha generado condiciones muy complejas en las que los almacenes de municiones (libios) han sido saqueados y esparcidos en todas direcciones. Y todas las direcciones pasan por Níger”, afirmó Rafini, tras reunirse con el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaore.
Rafini subrayó que su país, fronterizo con Libia, está intentando atajar “toda esa circulación de armas” en defensa de los intereses de la región.
“A veces interceptamos convoyes dirigidos generalmente por nacionales nigerinos, pero también por nacionales de países vecinos y libios”, precisó.
La pasada semana, el Ejército de Níger asaltó un convoy de doce vehículos cargados con armas procedente de Libia, en una operación en la que seis de los traficantes fueron abatidos y otros trece apresados.
“Estamos rodeados de grandes concentraciones de gente armada que nos preocupa y, por eso, buscamos soluciones para instaurar la paz en la región. Porque hace falta. Nosotros sabemos lo que cuesta un conflicto”, agregó el primer ministro nigerino.
Cientos de soldados que pertenecían al Ejército de Gadafi se han dispersado por la región y algunos han regresado al desierto de Mali y Níger.
Las autoridades temen que esos soldados, que protagonizaron rebeliones contra Mali y Níger en los años noventa del pasado siglo, vuelvan a empuñar las armas para reivindicar mejores condiciones de vida.
La rebelión en Níger terminó oficialmente en 1994 con la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno y la Organización de Resistencia Armada (ORA).