Ante la pregunta del estudiante de la Universidad de Carabobo sobre cómo evitar desde la presidencia que el narcotráfico penetre las estructuras del estado, Pérez respondió que el narcotráfico es un delito de lesa humanidad que requiere acciones contundentes como el resguardo de las fronteras. Asimismo, considera las comunidades deben trabajar en conjunto con los cuerpos de seguridad para alertar sobre la presencia de delincuentes. “Un policía corrupto no puede convivir con un policía honesto”, afirmó al decir que la depuración de los cuerpos policiales es vital en este proceso.
A su juicio, la mejor manera de prevenir el delito es a través de la formación de valores familiares y una educación de calidad y sin adoctrinamiento.
Contra la violencia un lenguaje de paz
Una vez iniciado el debate, y ante la preocupación de los estudiantes ante la impunidad y el aumento de los homicidios, el precandidato unitario aseveró que la estrategia debe ser, por una parte, una política integral de desarme y destrucción de armas, y por otra, acabar con el lenguaje violento que se desarrolla en todos los escenarios.
“Seré un presidente de la cultura de la paz y de la vida. No de la cultura de la muerte y la violencia”, resaltó.
Para acabar con la impunidad, Pérez considera que debe hacerse una completa depuración del poder judicial que -a su jucio- está manejado por un partido político. “La justicia debe ser la columna vertebral de un país”, dijo.
Más de un millón de empleos para los venezolanos
El aspirante presidencial Pablo Pérez inicia su intervención en el debate que se realiza en la Universidad Católica Andrés Bello y respondió a la primera pregunta ¿Quién eres y por qué quieres ser presidente? alegando que es un venezolano que se preocupa y ocupa de los problemas del país y quiere darle a Venezuela “más de lo que ella me ha dado a mi”.
La seguridad y el empleo serán sus dos prioridades. En este sentido, aseguró que se propone crear “un millón 136 mil empleos en su primer año de gobierno”.
Pablo Pérez un zuliano que representa “la renovación de AD y Copei”
El precandidato opositor Pablo Pérez es un zuliano que tiene la oportunidad de gobernar su estado. Llegó a la Gobernación impulsado por su predecesor, Manuel Rosales, y asegura representar “la renovación” de los tradicionales partidos políticos Acción Democrática y Copei.
El político del partido centroizquierdista izquierda Un Nuevo Tiempo (UNT) tiene 42 años, es casado con tres hijos, el mayor de cinco hermanos y natural de Maracaibo, capital del estado que gobierna desde diciembre del 2008.
Abogado como su padre, inició su carrera política en el partido Acción Democrática (AD) cuando aún no se había recibido. Ingresó a la Alcaldía de Maracaibo en 1995 con Rosales como alcalde y siguió a su lado en el 2000 cuando su mentor logró la Gobernación de Zulia.
Comparte con Rosales el currículum político, pero muchos creen que debe desprenderse de esa paternidad para alzar vuelo en las encuestas que lo colocan como segundo.
De discurso conciliador, deportista, amante del básquet, de buena condición física, ha recibido en las últimas semanas el apoyo de los partidos políticos tradicionales y hasta de la izquierda, lo que le granjea una poderosa maquinaria electoral que podría catapultarlo al primer lugar de las preferencias.
