(Reuters) - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se
apresta a desarmar su gabinete para promover a “pesos pesados” como candidatos a
gobernadores, buscando recuperar regiones estratégicas del país como parte de su
mayor desafío en más de una década: lograr la victoria en las elecciones
presidenciales del 2012.
Pocos meses después de que se le diagnosticara un cáncer del que ya se
declaró curado, el militar retirado de 57 años buscará la reelección frente a
una oposición más unida y que, según sondeos, tiene oportunidades reales de
ganar.
Para extender por seis años más su mandato, que inició en 1999,
Chávez anunció que entre enero y febrero se desprenderá de su
vicepresidente, Elías Jaua; del canciller, Nicolás Maduro; del ministro
de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck
El Aissami; y hasta del ministro de Defensa, Carlos Mata Figueroa.
Además, reorganizó la cúpula del oficialista Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV) y puso al mando al conocido asambleísta Diosdado Cabello, quien
fue su vicepresidente y lo rescató en el 2002 cuando la oposición lo separó del
poder.
“Difícil conseguir un canciller como Nicolás (pero) nadie es
imprescindible en un puesto y yo considero que Nicolás tiene alta
probabilidad de ganar las elecciones en Carabobo para recuperar ese territorio”,
dijo Chávez esta semana.
Algunos analistas consideraron que “sacrificar” a sus ministros más
emblemáticos para lanzarlos como candidatos es una apuesta riesgosa que muestra
de que el Presidente carece de figuras de recambio y que evidencia su
preocupación por la consolidación de la oposición.
El gobernante que promueve una revolución socialista en el país petrolero
miembro de la OPEP no suele hacer cambios radicales en su Gabinete, y muchos de
los retoques que ha hecho en sus casi 13 años de Gobierno terminan siendo más
bien enroques entre sus mismos hombres de confianza.
“¿De qué sirve tener un gabinete de lujo ahora, si se corre el riesgo de que
después no haya Gobierno?”, dijo el analista Nicmer Evans.
Además de tener en frente a una oposición más organizada, el popular
presidente deberá convencer a una población duramente afectada por la
inseguridad, la inflación -una de las más altas del mundo- y la
ineficiencia del Estado, entre otros problemas que aquejan a los
venezolanos.
Como si fuera un aviso clasificado, Chávez anunció que “se busca un
vicepresidente con moto propia” en alusión a la candidatura de Jaua como
gobernador de Miranda, el estado más poblado de Venezuela y que en el 2008
perdió el PSUV frente a Henrique Capriles, una de las principales figuras de la
oposición para enfrentar a Chávez en el 2012.
Maduro
y Jaua eran vistos como los potenciales sucesores de Chávez, en caso de que
su enfermedad le obligara a dar un paso al costado.
Chávez adelantó también que El
Aissami y Mata serían candidatos en otras zonas donde el oficialismo perdió
terreno, pero advirtió que los cambios se harán en “enero o
febrero”.
“Lo que busca es rearticular el equipo en función de las elecciones del
2012″, sostuvo Evans, quien destacó que el movimiento de ministros pretende
colocarlos “en sitios estratégicos para garantizar la victoria del partido y del
proceso en lugares claves”.
Las elecciones presidenciales están fijadas para el 7 de octubre, mientras
que las de gobernadores se realizarán en diciembre, por lo que la decisión de
desprenderse de sus ministros “indica que va a ir con lo mejor que tiene”,
añadió Evans, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Varias encuestas sitúan la popularidad de Chávez entre un 50 y un 60 por
ciento y coinciden en aseverar que la intención de voto está emparejada con la
oposición, que recién elegirá en febrero a un candidato
unitario.
Curarse en Salud
Chávez, que busca instaurar un socialismo con sello propio, explicó que su
estrategia no se limita a enviar a sus apóstoles a los cuatro puntos cardinales
de Venezuela, sino también a fortalecer al PSUV, la mayor tolda política del
país.
El mandatario además ha hecho énfasis en el rescate del vapuleado Polo
Patriótico, una coalición oficialista que se fracturó en elecciones pasadas
cuando Chávez le ordenó a los partidos más pequeños disolverse para
sumarse al PSUV y que ahora busca aglutinar a organizaciones sociales y
civiles.
Chávez dijo haber designado a Cabello, militar retirado al igual que el
mandatario, con la mi
sión de “renovar, refrescar y fortalecer” al partido.
Por su influencia en el sector militar, Cabello pasa a ser una pieza clave en
caso de que Chávez sufriera un quebranto de salud como el que tuvo en junio,
cuando fue operado de urgencia en Cuba a causa de un tumor pélvico con células
cancerosas.
Chávez ha asegurado que está plenamente curado tras la operación y
varias sesiones de quimioterapia. Sin embargo, médicos señalan que
deben pasar años antes de que un paciente pueda ser declarado en remisión.
“Cabello tiene mucha ascendencia sobre el partido y eso le da un peso
importante a un individuo, más que el de los otros en el propio partido”, Dijo
José Antonio Gil, socio director de la firma Datanálisis.
Sin embargo, como ha sido la tradición de Chávez a lo largo de su
Gobierno, el nombre de un eventual sucesor se conocerá a último momento
e irá en contra de lo que se espera, dijo Evans
Reporte de Mario Naranjo. Editado por Silene Ramírez