El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, justificó hoy la aplicación
de la pena de muerte en Bielorrusia y prometió abolirla en caso de que lo haga
EEUU.
"Hoy sigue siendo necesaria esa medida de castigo", dijo
Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, en conferencia de
prensa.
"Lo quiera yo o no, independientemente de mi postura, para mi es
la ley", dijo el máximo mandatario bielorruso, quien sin embargo admitió que
todas las condenas perpetuas y penas de muerte en su país pasan por su
"corazón".
Con todo, prometió abolir la pena capital siempre que antes lo
haga EEUU.
"Que miren al otro lado del Atlántico, donde está su gran
amigo (EEUU). Cuando allí la eliminen (la pena capital), lo haremos nosotros",
declaro Lukashenko en alusión a la exigencia de la UE de que Bielorrusia derogue
la pena de muerte.
De ser así, agregó, no sería para seguir el ejemplo de
EEUU sino para evitar "dobles raseros".
Lukashenko recordó que la pena
máxima existe en China y en los países árabes, de donde "extrae 'petrolito'"
Estados Unidos.
"¿Por qué no les exigen abolirla?" recalcó
Lukashenko.
La Justicia de Bielorrusia condenó a muerte a finales de
noviembre a los dos autores del atentado terrorista con bomba perpetrado en
abril pasado en el metro de Minsk, en el que murieron 15 personas y más de
doscientas resultaron heridas.
La implicación de Dmitri Konoválov y
Vladislav Kovaliov, declarados culpables de los atentados, planteó dudas a las
organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La explosión en el
metro de Minsk tuvo lugar en hora punta en la céntrica estación de metro
"Oktiábraskaya", no lejos de la residencia del presidente bielorruso, Alexandr
Lukashenko.
El KGB bielorruso detuvo a los supuestos autores apenas 24
horas después del atentado.
Bielorrusia es el único país europeo que aún
aplica la pena de muerte, uno de los motivos por los que nunca ha sido miembro
del Consejo de Europa.
EFE