EFE-El escándalo por presunto amiguismo del
presidente alemán, Christian Wulff, por la aceptación de un crédito en
condiciones ventajosas, se agravó hoy con nuevas revelaciones, según las cuales
el político amenazó a la prensa para tratar de evitar que saliera a la luz el
asunto.
Según revela hoy el diario muniqués "Süddeustche Zeitung", Wulff
amenazó al grupo Springer con una ruptura definitiva de relaciones si el popular
rotativo "Bild" publicaba las primeras informaciones sobre el polémico crédito
inmobiliario suscrito por el político.
De acuerdo con ese medio, Wulff
-de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Angela Merkel- llamó
personalmente por teléfono al director de "Bild", Kai Dieckmann, el 12 de
diciembre, un día antes de que ese medio sacara la primera noticia sobre el
crédito, concedido por un matrimonio amigo.
"Süddeutsche Zeitung"
sostiene que Wulff amenazó a Dieckmann con una "ruptura definitiva" de
relaciones con Springer -con muy buenos contactos con la CDU desde tiempos de
Helmut Kohl en la cancillería- si se publicaba la "increíble"
historia.
Añade ese rotativo que Wulff hizo la llamada desde Kuwait,
donde se encontraba de visita oficial, aunque no localizó inicialmente al
director del "Bild", que se encontraba de viaje en Nueva York, y exigió de su
redacción que le llamara de vuelta.
Un portavoz de la presidencia salió
al paso de esas informaciones destacando que Wulff respeta la libertad de
prensa, aunque rehuyó confirmar o desmentir si hubo ese contacto con el
argumento de que no se informa sobre llamadas personales.
Según
"Süddeutsche Zeitung", Wulff sabía meses antes que en medios alemanes se
buscaban datos sobre la polémica financiación de su casa, ya que varios
reporteros acudieron a distintas instancias para acceder al registro de la
propiedad de la citada ciudad.
El popular "Bild" fue el primero en
divulgar el caso del préstamo que Wulff recibió en 2008, siendo primer ministro
del "Land" de Baja Sajonia, por 500.000 euros para una vivienda
unifamiliar.
Wulff explicó primero que el dinero le fue prestado por la
esposa de un empresario amigo, Egon Geerkens, a lo que siguió un reguero de
nuevas informaciones, tanto de "Bild" como del semanario "Der Spiegel" y del
"Süddeustche Zeitung", con nuevas revelaciones.
Salió así a relucir una
larga lista de vacaciones pasadas por Wulff en España, Italia y otros lugares,
entre 2003 y 2010, aún como "barón" de Baja Sajonia, a invitación de empresarios
locales.
Asimismo se conoció que el préstamo de los Geerkens -que los
abogados de Wulff admitieron a posteriori habían negociado los dos hombres- fue
liquidado con un crédito, asimismo en términos ventajosos, de un banco público
del "Land" de Baden-Württemberg.
Finalmente, dos días antes de Navidad y
en medio de fuertes presiones, Wulff compareció públicamente para pedir
disculpas por no haber "procedido con rectitud" respecto al crédito, al no haber
informado de éste cuando fue requerido a hacerlo, en 2009, por la cámara
regional de Baja Sajonia.
Merkel ha expresado repetidamente su respaldo a
Wulff, quien se convirtió en presidente en junio de 2010 a propuesta de la
canciller y tras la dimisión de su correligionario Horst Köhler por unas
declaraciones relacionando la misión en Afganistán con los intereses económicos
de Alemania.
El cargo de presidente es representativo en Alemania, pero
está revestido de un rango de autoridad moral.