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viernes, 6 de enero de 2012

El responsable del nuevo gobierno español para América Latina sería un “enemigo” de Chávez y Castro


El nombramiento de uno de los últimos secretarios de Estado que faltaban para completar el organigrama del nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy es toda una declaración de intenciones de éste último sobre hacer borrón y cuenta nueva en la política de Zapatero y Moratinos en Iberoamérica.

El nuevo responsable del área, recuperada como tal por Rajoy, es Jesús Manuel Gracia, el último embajador del Ejecutivo de José María Aznar en La Habana.

A continuación el texto completo publicado en El Confidencial:
Gracia fue relevado inmediatamente por el Gobierno de Zapatero en 2004 para poner fin a la política de ‘mano dura’ con el régimen de Fidel Castro que, bajo los auspicios de Moratinos y Trinidad Jiménez, cambió por la de cortejar a la dictadura castrista para ‘fomentar’ un cambio que nunca llegó.
Incluso, se cortó las relaciones con la disidencia interna, a la que se alejó de la Embajada española en La Habana que con el ahora secretario de Estado era un punto de encuentro y de desafío al régimen.
Gracis, tras ser relevado por el Ejecutivo socialista, fue muy crítico con la nueva política española y reclamó en numerosas ocasiones a Zapatero que “abandone su posición de complacencia con la actual dirigencia cubana y apoye inequívocamente a las fuerzas que trabajan por la democracia y las libertades en Cuba”, según publicaba en un artículo en Faes, la fábrica de ideas de José María Aznar.
Este nombramiento no sólo supone un cambio en la política con Cuba sino que será especialmente mal recibido por el líder venezolano, Hugo Chávez, y los dirigentes del eje bolivariano que él alimenta: Nicaragua, Ecuador y Bolivia, y en la misma medida ya ha sido celebrado por la oposición interna cubana a través de las redes sociales a las que, con dificultad, aún tienen acceso.