Un gol de penalti del italiano Mario Balotelli en el minuto 95 salvó hoy
los tres puntos para el Manchester City frente al equipo revelación de la liga
inglesa esta temporada, el Tottenham Hotspur (3-2).
Los "spurs",
que habían remontado un 2-0 en contra en la segunda parte, vieron como se les
escapaba en el último suspiro un punto que parecía asegurado en el feudo del
líder de la Premier.
El resultado deja a los de Roberto Mancini
con 54 puntos, seis por delante del Manchester United, obligado a ganar esta
tarde al Arsenal en el Emirates, mientras que el Tottenham mantiene su tercera
posición en la tabla con 46 puntos.
Si bien Silva y Agüero
firmaron diversas ocasiones de peligro en el primer tiempo, los primeros
cuarenta y cinco minutos terminaron con un 0-0 en el marcador que reflejaba la
falta de acierto del City y el buen hacer defensivo de los
visitantes.
Tras la reanudación, el escenario cambió
drásticamente: el inicio de la segunda parte deparó diez minutos trepidantes que
sacudieron el encuentro con cuatro goles consecutivos.
En el 56
llegó el primero de los "citizens, que parecía inevitable, gracias a la
culminación del francés Samir Nasri de una jugada firmada por
Silva.
El gol sumió a los visitantes en un estado de cierta
confusión, lo que aprovechó Joleon Lescott, apenas tres minutos después, para
rematar un córner a la red.
El partido parecía sentenciado pero,
lejos de amedrentarse, el Tottenham demostró en el Etihad por qué alcanzó la
semana pasada al poderoso Manchester United en la
clasificación.
Poco después del segundo del City, el inglés
Jermain Defoe controló al borde del área un larguísimo pase y encaró la portería
rival.
El portero Hart, el único obstáculo entre Defoe y su
meta, vio como el delantero del Tottenham le superaba por su derecha para
establecer el 2-1, y tampoco logró evitar, cinco minutos después, el segundo de
los visitantes, que volvería a establecer la igualdad en el
marcador.
El defensa galés Gareth Bale descerrajó en el minuto 65
un tiro desde la esquina del área que se coló a pocos centímetros del larguero e
hizo inútil el esfuerzo de Hart por alcanzar el balón.
Los
últimos instantes no perdieron intensidad y, tras un fallo de Jermain Defoe que
podría haber dado el partido a los "spurs", el árbitro del encuentro señaló un
penalti que el italiano Mario Balotelli no dudó en transformar para dejar el
definitivo 3-2 en el marcador.
EFE