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martes, 24 de enero de 2012

Policía demanda a presidente Correa por falsa denuncia de agresión


Policía demanda a presidente Correa por falsa denuncia de agresiónEl policía ecuatoriano Giovanni Chancusig demandó al presidente de su país, Rafael Correa, y otras autoridades, por haberlo acusado falsamente de agredir al mandatario durante una sublevación de agentes el 30 de septiembre de 2010.
El policía estuvo dos meses en la cárcel por esa acusación y sólo salió en libertad una vez que otro agente,Vinicio Paucar, se entregó voluntariamente tras admitir que fue él quien intentó retirar la máscara antigases que protegía al mandatario durante la revuelta.
Luis Trujillo, abogado de Chancusig, presentó la demanda ante el Tribunal Contencioso Administrativo y pidió cinco millones de dólares de indemnización para cubrir el daño moral, económico y psicológico causados a su defendido y familia.
El abogado basó su denuncia en las disculpas que el propio Correa expresó en diciembre pasado, cuando dijo que ha quedado demostrado que no fue Chancusig quien intentó sacarle la máscara antigases.
"Tienen que pagar todos, inclusive el presidente de la República por haber presionado a través de sus funcionarios para que policías sean culpados de algo que nunca cometieron", añadió Trujillo en declaraciones reproducidas por el canal Ecuavisa.
El abogado aseguró que a su defendido "no le paga nadie lo que estuvo detenido, no le devuelve nadie la honra".
De su lado, el ministro del Interior aceptó el derecho del policía a presentar la denuncia, pero dijo que tendrá que "demostrar" sus acusaciones.
Al acudir al foco de la protesta en Quito, para intentar persuadir a los agentes, Correa fue agredido y tuvo que permanecer más de nueve horas en un hospital de la institución, del que fue rescatado tras una operación militar en medio de un intenso tiroteo.
El Gobierno considera que en la revuelta, en la que fallecieron unas diez personas, hubo un intento de golpe de Estado, presuntamente instigado por grupos de oposición y "malos oficiales" de la Policía. EFE