AVN.- La noche del 4 de febrero de 1992, Doña Elena Frías lo supo. El segundo de sus hijos era partícipe de la rebelión militar.
“Algo me decía que Hugo estaba, aunque mis hijos me decían que no. Adán lo sabía, y me decía que no”, recuerda con reproche, ante las cámaras de Telesur.
-”Mamá tranquilízate, seguro que Hugo no está”, le decía su hijo mayor, Adán Chávez, quien, claro que sabía que su hermano estaba allí, pero no podía decir nada; hacerlo, era poner en riesgo a toda la familia.
-”No, no, yo si sé que está, decía yo. Ahí fue cuando salió el Presidente (Carlos Andrés Pérez) en la televisión y se dieron cuenta que yo no estaba equivocada”. Quizás Doña Elena hubiese querido estarlo porque tras constatar su “pálpito”, dice que aquello “fue llora y llora toda la noche”.
-”Eso sí”, dice aliviada, “la casa se nos llenó de gente, gracias a Dios tuvimos apoyo de todo el mundo”.
Madre orgullosa
Tras comandar la rebelión, el hoy presidente de la República, Hugo Chávez, fue apresado, sin embargo, le fueron concedidos unos minutos para comunicarse con su madre.
“Cuando oigo la voz de él ¡Ay Díos mío, estás vivo! Eso fue lo que dije ¡Hijo estás vivo! Me dijo -Sí mamita, tranquila”. -”Estas herido”, preguntó. -“No mamita, no estoy herido, no tengo nada, estoy bien ya. Usted tranquila que ya todo pasó”. -”Él se despidió rapidito, ahí mismo salió en la televisión”.
La familia se agrupó frente al televisor y escucharon al entonces teniente coronel pronunciar uno de los más importantes discursos de la historia política nacional. Se trataba del “por ahora”, ese que a 20 años de la asonada, millones de venezolanos aún recuerdan.
-”Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir nosotros acá en Caracas no logramos controlar el poder, todos lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre, es tiempo de reflexionar, vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor”.
Tras el discurso, Doña Elena hace memoria y dice que familiares, amigos e incluso desconocidos, coincidían al decirle que antes que estar preocupada, debía estar orgullosa “de ser la mamá de quien hizo lo que nadie se había atrevido a hacer”.
Así lo hizo, y desde entonces se dedicó a recortar y pegar en un álbum todo cuanto vio en los periódicos acerca de su hijo.
El álbum es hoy una especie de gran libro familiar. Doña Elena se detiene en una de las notas de prensa con fecha marzo del año 1994, mes en que el Presidente Chávez, luego de dos años, salió de la Cárcel de Yare.
Hogo de los Reyes: “Nos decían que estaban muertos y como no salía nadie, uno se llenaba de desesperación”
Hugo de los Reyes Chávez, padre del Presidente, recuerda fueron años de muchas preocupaciones.
“Había rumores muy duros”, confiesa. “Nos decían que estaban muertos y como no salía nadie, uno se llenaba de desesperación”.
Cuenta que un día logró ver a un señor “pequeño” que salió de una multitud, se paró sobre un barranco y le dijo: “No se preocupe que el Comandante Chávez está tranquilo, eso es falso, no los han matado; el Comandante Chávez va a salir en hombros del pueblo, va a ser Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas”.
-”Y ahí está”, asiente con modestia. “En brazos del pueblo”.