Régimen sirio envía refuerzos a Homs y se mantiene alerta en Damasco
El régimen sirio reforzó sus tropas en la ciudad rebelde de Homs (centro), donde la situación humanitaria se hace insoportable, y las mantiene en estado de alerta en Damasco, la capital, escenario de manifestaciones inéditas en los últimos días.
En la "capital de la revolución", que sigue siendo blanco de bombardeos por 16º día consecutivo y a donde llegaron refuerzos de tropas el domingo, los militantes pidieron que se permita la evacuación de las mujeres y los niños de Baba Amr, el barrio más afectado por los ataques.
"Pedimos que se nos permita hacer salir a las mujeres y los niños de Baba Amr", declaró a la AFP Hadi Abdalá, miembro de la Comisión General de la Revolución Siria.
"Los habitantes viven en el frío y en condiciones insoportables, esperan la muerte", agregó, cuando desde el 4 de febrero varios barrios de Homs están sitiados y son bombardeados permanentemente por las fuerzas del régimen para aplastar la contestación.
El domingo, Abdalá había señalado "nuevos refuerzos militares enviados a la ciudad", temiendo que fuesen utilizados para lanzar un asalto contra Baba Amr o atacar a otros barrios rebeldes de Homs, llamada la "capital de la revolución" por los militantes.
"Desde el comienzo de la ofensiva se señala la posibilidad de un ataque, pero no se sabe cuándo se producirá", precisó.
En Damasco, que en los últimos días ha sido escenario de manifestaciones sin precedentes, los servicios de seguridad permanecían en estado de alerta.
"Después de la sorpresa de las manifestaciones, el régimen revisa sus cálculos a nivel de la seguridad", estimó Abdel Rahman, agregando: "El régimen no permitirá que Damasco se rebele contra él".
El sábado, las fuerzas de seguridad dispararon contra los "15.000 a 20.000" participantes en los funerales de cuatro manifestantes muertos el viernes en el barrio de Mazé, los primeros manifestantes caídos en el centro de la capital.
A sólo un kilómetro del palacio presidencial, en el barrio de Mazé hay varios edificios gubernamentales, de seguridad y embajadas.
Debido al despliegue de fuerzas de seguridad en la capital, la movilización disminuyó el domingo, con algunas manifestaciones de estudiantes de secundaria y el cierre de tiendas en los barrios tradicionalmente contrarios al régimen.
El lunes, jóvenes izaron la "bandera de la independencia" de Siria en el puente al-Jawzeh, en la entrada sur de la capital, según un vídeo difundido por militantes.
Frente a la crisis que empeora, la comunidad internacional dividida respecto a Siria no parece dispuesta a intervenir más allá de las condenas.
El general Martin Dempsey, el oficial de mayor jerarquía del ejército estadounidense, consideró el domingo en CNN que una intervención en Siria sería "muy difícil" y que sería "prematuro" armar al movimiento de oposición.
El 12 de febrero, la Liga Árabe había decidido dar un apoyo político y material a la oposición y pedir al Consejo de Seguridad la formación de una fuerza conjunta ONU-árabes, pero hasta el momento esas ideas sólo han recibido el apoyo verbal de las potencias occidentales.
China, que con Rusia bloqueó en dos ocasiones resoluciones de la ONU condenando la represión en Siria, advirtió el lunes que un apoyo occidental a los insurentes podría desencadenar una guerra civil.
En el terreno diplomático, Egipto llamó a su embajador en Siria, una decisión criticada por los manifestantes, según los cuales hubiera sido mejor si hubiese bloqueado los navíos iraníes que entraron al Mediterráneo después de pasar por el Canal de Suez.
AFP
