El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó hoy a las potencias extranjeras y a la oposición de Siria de obstruir el cumplimiento del plan de paz del enviado de la ONU, Kofi Annan.
"Nos preocupa que algunos países comiencen a utilizar estos sucesos (atentados terroristas en Siria) como excusa para presentar demandas sobre la necesidad de medidas militares", dijo Lavrov, citado por las agencias rusas.
Lavrov denunció que esos países "intentan ejercer presión sobre el Consejo de Seguridad de la ONU y, a juzgar por lo visto, el plan de Annan les molesta".
El jefe de la diplomacia rusa aseguró que las potencias que respaldan a la oposición siria se comportan "como si el Consejo de Seguridad no hubiera ordenado la investigación" por la matanza ocurrida en la localidad árabe de Houla, en el baluarte rebelde de Homs.
Lavrov mencionó el problema de los refugiados como otra excusa que puede ser utilizada por las potencias extranjeras para exigir al Consejo de Seguridad de la ONU que apruebe las operaciones militares en el país árabe.
"Se intenta mostrar este asunto como si en caso de que no se creen corredores humanitarios, colchones de seguridad, el problema no puede ser resuelto", dijo.
Al respecto, cifró en unos 150.000 el número de refugiados que han abandonado Siria desde el estallido del conflicto hace más de un año.
"¿Por qué entonces callan que en la misma Siria se encuentran en torno a un millón de refugiados de Irak y cerca de medio millón de palestinos? Esas cifras son incomparables con lo que ocurrió como resultado del éxodo de una parte de la población siria", señaló.
Además, criticó también la declaración de uno de los líderes del opositor Consejo Nacional Sirio (CNS), Burhan Galion, quien llamó a los rebeldes a proseguir la lucha armada contra el régimen de Bachar al Asad.
"Nos ha sorprendido la declaración de Galion, quien abiertamente llamó a todas las fuerzas opositoras sirias a continuar lo que él llamó lucha de liberación hasta que el Consejo de Seguridad dé el visto bueno a la injerencia militar exterior", dijo.
En opinión de Lavrov, la postura de la oposición siria "es una directa instigación a la guerra civil y salió de la boca de uno de los dirigentes del CNS, bajo cuyo paraguas algunos países de la región quieren aglutinar a toda la oposición siria".
El ministro ruso opinó que esto va en contra de los puntos del plan de Annan, para el que se necesita una plataforma opositora para el diálogo, no una plataforma para la guerra civil.
"No entiendo cómo los patrocinadores del CNS pueden apoyar los esfuerzos de unificación de toda la oposición siria precisamente bajo ese paraguas", indicó.
Lavrov advirtió de que el conflicto sirio ya afecta a otros países de Oriente Medio, como el Líbano, por lo que llamó a las potencias a "mostrar la máxima responsabilidad y no echar leña al fuego sino, al contrario, intentar sofocarlo y sentar a las partes a la mesa de negociaciones".
El jefe de la diplomacia rusa adelantó que hablará esta tarde por teléfono con Annan para conocer los resultados de su visita a Damasco, donde se reúne hoy con Asad.
EFE