La advertencia del ministro del Interior, Jorge Fernández, de hace dos semanas sobre los próximos arrestos en distintos países europeos, se ha cumplido. Y, esta vez, sí, con uno de los miembros de ETA más buscados. En una operación conjunta de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional con las fuerzas de seguridad británicas y la policía metropolitana de Londres ha sido detenido Antón Trotiño, ex miembro del comando Madrid, buscado desde hace un año después de una monumental polémica por la decisión de la Audiencia Nacional de ponerlo en libertad–llevaba preso desde 1987, cuando fue detenido-, adoptada en abril de 2011, que el propio tribunal revocó poco después, pero cuando Troitiño ya había huido.
Junto a él ha sido detenido Lerín Sánchez, Belea, huido desde 2007. Interior ha calificado la operación policial como "un duro golpe a ETA". Los dos miembros de ETA fueron arrestados a las cinco de la mañana en el domicilio del londinense barrio de Hounslow en el que vivían con documentación falsa, trabajando esporádicamente como repartidores y compartiendo piso.
Trotiño, huido de España en abril de 2011, uno de los miembros del sector duro de colectivo de presos de ETA, pasó un par de meses en Francia y de allí pasó a Reino Unido, donde tenía contactos con la cúpula de la organización, según fuentes de la lucha antiterrorista.
El terrorista (1957, Tariego de Cerrato, Palencia) fue condenado a 2.500 años de prisión como autor de 20 asesinatos consumados. En 2010 le fue aplicada la doctrina Parot, que le impedía salir de prisión hasta 2017, a los 30 años de cumplimiento efectivo de condena. Pero, tras pasar 24 años en la cárcel, fue puesto en libertad en abril de 2011.La Audiencia Nacional le aplicó entonces la teoría del doble cómputo, por la cual si un preso está cumpliendo una pena de cárcel y a la vez está en prisión preventiva por otro delito y además está en prisión preventiva por otro delito, en la condena efectiva se le descuenta ese tiempo pasado en prisión preventiva.
Troitiño fue liberado, y la Audiencia Nacional no le impuso medidas de vigilancia. Él estaba ya en la calle cuando el tribunal, tras la polémica generada en torno a la aplicación de la teoría del doble cómputo, revocó esa orden de libertad. Las fuerzas de seguridad intentaron detenerle entonces para devolverlo a prisión,pero él ya había huido. Ese hecho provocó una sonora bronca política entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el principal partido de la oposición, que entonces era el PP.
Troitiño, que inició su andadura en la banda terrorista en el comando Aizkora, fue compañero en el comando Vizcaya del sanguinario Ignacio de Juana Chaos, que actualmente se encuentra en paradero desconocido y para el que un tribunal de Irlanda del Norte ha aprobado la extradición. Ha participado en algunos de los atentados más sangrientos de ETA, entre ellos, el atentado de la plaza de la República Dominicana, en el que accionó el mando a distancia del coche bomba que impactó contra un autobús de la Guardia Civil matando a 12 agentes e hiriendo a 51 personas. Fue detenido, junto a otros siete miembros del comando Madrid, el 16 de enero de 1987. El departamento que dirige Jorge Fernández ha informado en una nota que Troitiño "era un referente para la banda terrorista y tenía conexión directa con la actual dirección de la banda".
Por su parte, Lerín Sánchez, Belea, (Pamplona, 1973) se inicia en ETA en el año 2007 formando parte del comando Urederra. Previamente había sido detenido en el año 1991 por cometer acciones de violencia callejera. El 28 de marzo de 2007, fue detenido su hermano Joseba Lerín como miembro ilegal del mismo comando y seis personas más. Cuando fueron encontrados 170 kilos de explosivos en un zulo en la localidad navarra de Berriozar. Tras esa operación, Ignacio Lerín huyó de su domicilio.
Las funciones que tenía asignadas consistían en el traslado y almacenamiento de armas y material explosivo así como la captación de nuevos integrantes para la organización terrorista ETA, según el Ministerio del Interior.
Hace días, el ministro del Interior, Jorge Fernández, ya anunció que habría detenciones de terroristas fuera de España. Esta misma semanafueron detenidos dos miembros de ETA en el sur de Francia. Uno de ellos estuvo implicado en el asesino de Inaxio Uría y las fuerzas de seguridad le relacionan con la de Isaías Carrasco.
Interior tiene controlados a una veintena de presuntos etarras en distintos países de la Unión Europea. Se encuentran, fundamentalmente, en cinco Estados: Bélgica, Alemania, Irlanda, norte de Italia y Reino Unido. Algunos llevan años allí; otros han llegado en los últimos meses por la presión policial de Francia sobre ellos, porque saben que en el país vecino no están seguros y porque una ETA que no está cometiendo atentados no necesita a todos sus miembros pegados a suelo español. Otros 50 terroristas estarían en suelo francés junto a otro medio centenar que, aunque no formen parte de la banda, están dentro del entorno que los arropa.
Muchos de ellos hacen vida normal. Están integrados en sus países de acogida con documentación falsa y sin llamar la atención; esperando por si, en algún momento, sus servicios pueden ser requeridos. Sobre todo, en este periodo en el que ya no ponen bombas, pueden ayudar a otros miembros de la organización que quieran salir de Francia. La Policía Nacional y la Guardia Civil les siguen la pista con la colaboración de sus colegas de esos países.
EL PAIS
