EFE-Unos 3.000 inmigrantes de Eritrea se concentraron hoy frente a la Embajada de EE.UU. en Tel Aviv para protestar por recientes iniciativas, sentencias, declaraciones de políticos y agresiones contra los inmigrantes africanos en Israel.
"Pedimos a Estados Unidos que presione al Gobierno israelí para que cese de inmediato sus políticas y declaraciones contra nosotros", declaró a Efe Isaías Tekleadrhan, eritreo de 33 años, quien lleva dos años y medio en el país.
Israel puso en marcha este mes un plan para detener y deportar a inmigrantes en situación irregular y sus fuerzas de seguridad ya han comenzado a arrestar en distintas ciudades a decenas de sur-sudaneses que entraron en el país sin emplear los pasos fronterizos oficiales.
Las redadas se producen después de que el Tribunal de Distrito de Jerusalén diese su visto bueno a la deportación de los inmigrantes de Sudán de Sur, pese al conflicto que atraviesa el país con el vecino Sudán que ha generado medio millón de refugiados.
El Ministerio del Interior israelí validó una ley que permitirá a las fuerzas de seguridad arrestar durante tres años a cualquier persona que entre en el país de forma ilegal y a entre 5 y 15 años a quien les ayude o cobije.
Su titular y líder del partido ultra-ortodoxo sefardí Shas, Eli Yishai, aboga por poner a todos los inmigrantes "sin excepción en prisiones o centros de detención o dividirlos y poner a los que no cometan delitos en centros de detención".
Asimismo Israel construye un enorme campo de detención en el desierto meridional del Neguev, para albergar a todos los detenidos, mientras que las prisiones existentes amplían su capacidad.
En las últimas semanas se han registrado crecientes protestas e incidentes violentos contra los subsaharianos, en un clima caldeado por declaraciones racistas de responsables políticos al calor de violaciones a mujeres que se han vinculado a inmigrantes africanos y palestinos sin permiso de residencia en Israel.
En total, se calcula que viven en el país unos 60.000 inmigrantes indocumentados, la mitad de ellos africanos.
"Condenamos las deportaciones y pedimos la protección urgente de la comunidad internacional para frenar la ola de racismo institucional en Israel", inquirió Tekleadrhan.
