El francés Philippe Croizon, de 44 años, perdió los brazos y piernas hace 18 años, pero eso no lo ha amilanado, al punto que ha conseguido una proeza que pocos han logrado.
Esta semana ha conseguido unir a nado Asia y América, tras recorrer los cuatro kilómetros de frías aguas del estrecho de Bering, entre la pequeña isla de Diomedes en Alaska y la de Ratmanov.
El nadador francés necesitó una hora y 20 minutos para lograr la proeza, según Daily Mail.
Con esta marca, Croizon ha logrado atravesar a nado cuatro estrechos en cinco continentes.
"Fue el reto más difícil de mi vida, con un agua a cuatro grados y corrientes muy fuertes", declaró el nadador.
AFP