Durante el programa “Línea Informativa“, transmitido por Noticias24 Radio, Francisco Aponte y Carlos Revette conversaron con el analista social Erick Rodríguez, quien aseguró que en la campaña electoral no se ve una “guerra sucia”.
Rodríguez expresó que en este momento está ocurriendo una ruptura de paradigmas, pues uno de los proyectos está fundamentado en el “egocentrismo e individualismo” mientras que el otro se centra en el “alocentrismo o colectivismo“.
“Son dos proyectos que no tienen posibilidad de tener una armonización, uno se basa en el tener y el otro en el ser, por eso el proceso de campaña está basado en acciones, en realidades y no en ficción, sobre todo si hay un precedente en la memoria histórica de que muchas cosas fueron ofrecidas durante 40 años y no se cumplieron”, añadió.
En cuanto a la diferencia entre las dos campañas, recalcó que aunque usen la misma herramienta, desde el punto de vista del accionar las dos difieren, “hay un discurso no fáctico, que ha asumido la oposición y que responde a un discurso elusivo y evasivo, a diferencia del discurso fáctico que dirige Chávez, que es un discurso sensocrítico”.
En respuesta a las acusasiones hechas por la oposición sobre una supuesta “guerra sucia” por parte del oficialismo, explicó que se debe hacer primero un análisis sobre estos términos. “Cuando indagamos en el significado, en este caso nos referimos a la falta de ética, de inmoralidad, lo sucio implica un acto que se hace fuera de la regla y escondido, pero la ética de ellos (oposición) es esa“.
“Aquí se impone una discusión, su ética recae en que quien tiene el dinero es quien determina las condiciones de los demás, eso revela que es una ética contraria a cualquier principio que nosotros evaluemos desde nuestra óptica“, explicó.
Aseguró que no se puede denominar como sucia, porque aquí “no se le echa tierra a otras personas, es sucia cuando no se tienen pruebas y hay mala intención.”
A su juicio, la campaña está asesorada por “estructuras extranjeras” y esa es la razón por la que “fallan”. Indicó que el pueblo venezolano entendió que la lógica que ellos aplican “no tiene lógica” con el mundo social que vivimos.
Denominó la campaña como una “guerra de baja intensidad“, en donde la oposición usa a los medios como el instrumento de guerra, y “no trata de ir a la inteligencia, sino a la parte emocional, atocigando y saturando de noticias, para que la gente termine creyendo lo que ellos dicen. Usan a un inductor principal como lo es la duda y la gente o se margina porque no quiere saber, o toma una postura de vivir en un estado de ansiedad“.
Para finalizar, indicó que éstas ideas opositoras no han logrado posicionarse en el 60% de la población, “en el revocatorio perdieron y usaron la palabra fraude, ahora hay un CNE con un sistema blindado y creen que hay un cable con Cuba donde se altera el proceso electoral“.