El Banco de Japón (BJ) actuará con firmeza y flexibilidad cuando sea necesario para apuntalar a la economía, dijo su vicegobernador, una señal clara de la disposición a expandir el estímulo incluso tras el alivio monetario de la semana pasada, al persistir el golpe por la desaceleración china y la crisis de la deuda europea.
El banco central alivió su política monetaria la semana pasada al aumentar las compras de bonos debido a que la actividad manufacturera de muchos países se debilitó más de lo previsto, perjudicando a las exportaciones y la producción fabril de Japón, dijo el vicegobernador Hirohide Yamaguchi.
"Hemos juzgado que la economía estaba por debajo de nuestras expectativas. De ser así, no había razón para aplazar la toma de decisiones", dijo Yamaguchi el lunes en un foro.
Yamaguchi dijo que incluso después del alivio monetario de la semana pasada, el Banco de Japón estaba listo para tomar nuevas medidas si crecen los riesgos para la economía, como la apreciación del yen, que perjudica a las exportaciones.
"Tal como hemos hecho hasta ahora, tomaremos medidas audaces y flexibles cuando sea necesario, mientras analizamos con cuidado el panorama para la economía y los precios, además de los riesgos", dijo.
Japón ha tenido un crecimiento económico superior al de las otras naciones industrializadas del G7 en el primer semestre de este año, con el apoyo de un robusto consumo privado y el gasto por la reconstrucción tras el sismo del año pasado.
Pero una reciente serie de datos pobres, como un declive de las exportaciones y la producción, generó dudas sobre la proyección del Banco de Japón de que la economía japonesa se dirige a una recuperación moderada.
Yamaguchi dijo que la recuperación económica japonesa se aplazará unos seis meses debido a la prolongada desaceleración del crecimiento chino y las crecientes consecuencias de la crisis de la deuda europea, repitiendo una previsión que hizo la semana pasada el gobernador de la entidad, Masaaki Shirakawa.