El sector privado de Alemania se contrajo por sexto mes consecutivo en octubre y los pedidos industriales cayeron a su tasa más brusca en un año, según datos difundidos el martes que dejaron en evidencia el impacto de la crisis de la zona euro sobre la economía más grande de Europa.
Las cifras del martes fueron las más recientes de una serie de datos que han desatado temores de que Alemania, la potencia económica y motor de crecimiento de Europa, pueda estar perdiendo su impronta tras permanecer tres años en medio de la crisis de deuda de la zona euro.
El índice compuesto de gerentes de compras de Markit (PMI), que rastrea la actividad manufacturera y de servicios, cayó más de lo esperado a 47,7 en octubre desde 49,2 en septiembre, muy por debajo del nivel 50 que separa el crecimiento de la contracción.
"En su actual nivel, la cifra del PMI eleva la probabilidad de una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) durante el último trimestre de este año", dijo el economista senior de Markit Tim Moore.
"Adicionalmente, una reducción en términos mensuales del empleo en el sector privado sugiere que la economía alemana se está aproximando a fin de año a paso más débil", añadió.
Sumando al sentimiento de desánimo sobre la economía, las órdenes industriales ajustadas estacionalmente cayeron en 3,3 por ciento en el mes en septiembre, debido principalmente a la débil demanda de la zona euro. El dato presionó al euro a un mínimo de ocho semanas contra el dólar australiano.
La lectura se ubicó muy por debajo de una encuesta de Reuters que apuntaba a una caída de un 0,5 por ciento en el mes.
"La baja más reciente en los nuevos pedidos industriales confirman que la economía de Alemania está actualmente experimentando una caída en su crecimiento", dijo Bernd Hartmann, jefe de inversiones de VP Bank.
"La economía alemana podría caer en una recesión técnica este año", añadió.
Los pedidos industriales desde el extranjero cayeron un 4,5 por ciento. Los contratos desde la zona euro bajaron un 9,6 por ciento y los pedidos domésticos cayeron un 1,8 por ciento.
Algunos economistas todavía esperan que Alemania pueda eludir una recesión gracias al saludable apetito de sus consumidores y a un robusto mercado laboral, aunque dicen que un cuarto trimestre de contracción es posible.
Aunque la economía alemana se recuperó ágilmente de la crisis financiera global en el 2008/09 y se mantuvo sana durante los dos primeros años de la crisis de la zona euro, el crecimiento se desaceleró al 0,3 por ciento en el segundo trimestre desde el 0,5 por ciento de los primeros tres meses.
La confianza empresarial también ha disminuido, el desempleo ha subido -aunque desde una base de comparación muy baja- y el Gobierno ha reducido su previsión de crecimiento para el 2013, pese a la mejoría en las exportaciones y el ánimo de los consumidores.
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