Una adolescente, de 12 años, estudiante de sexto grado, observó cómo mataron a un vecino y se lo comentó a sus amigos; también les confesó quiénes fueron los homicidas. La información llegó a oídos de los criminales, quienes la descuartizaron y enterraron los miembros en un terreno enmontado del barrio San Corniel, en el estado Miranda.
La tarde del viernes 5 de octubre, la jovén salió de su casa, en el sector Santa Eulalia y no volvió. Fuentes policiales informaron que sus victimarios la siguieron y en el barrio El Cabotaje la agarraron, la golpearon, la montaron en un vehículo, se la llevaron y la amenazaron de muerte por haberlos delatado, según informaron medios nacionales.
Al día siguiente, la familia de la adolescente denunció la desaparición de Emilé ante la Policía científica, subdelegación de Los Teques. Los inspectores indicaron que si no aparecía en 48 horas comenzarían a buscarla; y cumplieron: dos días después iniciaron el rastreo y las entrevistas a los más cercanos.
Dos azotes de Santa Eulalia quienes les dieron a los oficiales las pistas que los llevaron al destino de la estudiante.
Los homicidas cortaron con un machete las partes del cuerpo de la joven y luego los enterraron en diferentes partes de un terreno enmontado del barrio San Corniel.
Efectivos de la Brigada de Homicidios detuvieron a dos de los homicidas, quienes los condujeron hasta el botadero de basura donde la enterraron. Hoy continuarán las excavaciones.
La Policía hace operativos especiales para atrapar a 2 cómplices más que participaron en el crimen y están prófugos.
Con información del diario La Verdad
