El fisco francés reclama 252 millones de dólares al líder mundial del comercio electrónico Amazon en impuestos y multas correspondientes a los años que van desde 2006 a 2010, según un documento oficial del grupo que se puede consultar en el portal de las autoridades bursátiles estadounidenses SEC.
Amazon dice estar en "desacuerdo" con la estimación de la administración fiscal francesa y ha advertido que luchará para defender sus posiciones, según el texto, que figura en un anexo de los resultados trimestrales del grupo y que fue colgado en la página internet a finales de octubre.
El grupo subraya que esta cantidad es una estimación del fisco francés, que no es definitiva.
El contencioso se debe a la "asignación de los ingresos entre diferentes jurisdicciones extranjeras" donde está presente el grupo, explicó.
Amazon también se refiere al hecho de que sus actividades comerciales en Francia están dirigidas desde su sede europea en Luxemburgo, un país con una fiscalidad inferior a la francesa.
La empresa estadounidense pretende "recurrir a todos los recursos administrativos a su disposición" para contestar la decisión del fisco francés. Si no logra un acuerdo amistoso, el grupo "contempla iniciar un contencioso judicial".
Sobre este asunto, Amazon indica que un contencioso similar con Japón se solucionó en marzo en el marco de un acuerdo entre las autoridades fiscales de los dos países.
Amazon no es la única empresa que paga pocos impuestos en Francia.
Gracias a una serie de montajes financieros, conocidos como "sandwich holandés" o "doble irlandés", Google por ejemplo logra pagar un porcentaje ínfimo de impuestos ya que la práctica totalidad de los ingresos declarados en Irlanda, son enviados al paraíso fiscal de las Bermudas donde se sitúa la filial Google Ireland Holdings a través de una sociedad intermediaria en Holanda.
El lunes, responsables de Amazon, así como de Starbucks y Google explicaron cómo estas grandes multinacionales pagan un mínimo de impuestos en Gran Bretaña a los diputados británicos, manifiestamente poco convencidos de la sinceridad de sus explicaciones.
Andrew Cecil, director de asuntos públicos de Amazon, explicó que las operaciones europeas del grupo de venta por internet tiene base en Luxemburgo, lo que le permite pagar pocos impuestos al Tesoro británico.
Al pedir un libro a Gran Bretaña, "en realidad compra en una empresa con sede en Luxemburgo", trató de explicar a los diputados británicos.
AFP