Una mujer británica que obligó a su hijo a fingir durante tres años que tenía un cáncer para poder cobrar una pensión fue condenada hoy a tres años y nueve meses de cárcel por crueldad infantil, fraude y falsificación.
Para mantener el engaño, la mujer afeitó la cabeza y las cejas al pequeño cuando éste tenía 6 años para simular los efectos de la quimioterapia, además de obligarle a utilizar una silla de ruedas en varias ocasiones.
En su comparecencia ante un tribunal de Gloucester (oeste de Inglaterra), la acusada admitió un cargo de crueldad infantil, ocho por fraude al Estado y otro por falsificar los documentos médicos que acreditaban la supuesta enfermedad del pequeño.
Por la invalidez del niño y los cuidados que debía prestarle, la madre solicitó una pensión que ascendía a 86.000 libras anuales (107.600 euros, 136.000 dólares), a las que quiso sumar otros ingresos por acoger en su casa a otros niños a su cargo cuando en realidad no existían.
"No tengo dudas de que usted ha perdido cualquier capacidad para contar la verdad", dijo el magistrado durante el juicio.
La mujer mantuvo la farsa incluso en Estados Unidos, país al que llevó al niño de vacaciones en silla de ruedas para "poder saltarse las colas de las atracciones" de un parque temático de Florida.
EFE