La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó este viernes que Europa no puede cejar en sus esfuerzos para acometer las reformas estructurales necesarias, porque aún quedan años "muy duros y dolorosos" por delante y el efecto de las medidas se notarán solo años después de haber salido de la crisis.
"En los últimos meses, los países de la eurozona han demostrado que hay una voluntad conjunta, no solamente para preservar el euro como moneda, sino también para fortalecer sus fundamentos", dijo Merkel en la rueda de prensa posterior a la cumbre europea.
En su opinión, la comunidad internacional así lo ha reconocido y también los inversores son conscientes de ello, señaló.
De acuerdo con la canciller alemana, el reformulado rescate a Grecia y el esfuerzo de los gobiernos para salvar de nuevo a ese país del abismo ha sido un ejemplo de esa determinación.
"Hemos dejado claro que los Estados miembros, pero también la Unión Europea en su conjunto, están dispuesto a acometer reformas profundas", agregó Merkel.
No obstante, frente al mensaje optimista del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien dijo al inicio de la primera jornada de la cumbre que lo peor de la crisis ya ha pasado aunque quede trabajo por hacer, la canciller alemana se mostró más cauta.
"El proceso de ajuste y de cambio que tenemos que hacer es uno muy, muy difícil y doloroso, porque la floja disciplina fiscal que hemos tenido durante muchos años y la pérdida de competitividad no se pueden revertir en poco tiempo", dijo.
"Se pueden hacer leyes, pero el efecto de medidas como una flexibilización del derecho laboral, reformas estructurales y más inversiones en investigación y desarrollo solo se notarán después de algunos años", explicó.
"En los últimos meses, los países de la eurozona han demostrado que hay una voluntad conjunta, no solamente para preservar el euro como moneda, sino también para fortalecer sus fundamentos", dijo Merkel en la rueda de prensa posterior a la cumbre europea.
En su opinión, la comunidad internacional así lo ha reconocido y también los inversores son conscientes de ello, señaló.
De acuerdo con la canciller alemana, el reformulado rescate a Grecia y el esfuerzo de los gobiernos para salvar de nuevo a ese país del abismo ha sido un ejemplo de esa determinación.
"Hemos dejado claro que los Estados miembros, pero también la Unión Europea en su conjunto, están dispuesto a acometer reformas profundas", agregó Merkel.
No obstante, frente al mensaje optimista del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien dijo al inicio de la primera jornada de la cumbre que lo peor de la crisis ya ha pasado aunque quede trabajo por hacer, la canciller alemana se mostró más cauta.
"El proceso de ajuste y de cambio que tenemos que hacer es uno muy, muy difícil y doloroso, porque la floja disciplina fiscal que hemos tenido durante muchos años y la pérdida de competitividad no se pueden revertir en poco tiempo", dijo.
"Se pueden hacer leyes, pero el efecto de medidas como una flexibilización del derecho laboral, reformas estructurales y más inversiones en investigación y desarrollo solo se notarán después de algunos años", explicó.
Crecimiento económico
Merkel recordó que, según las instituciones europeas, también el próximo año habrá cifras de crecimiento "muy reducidas" y tasas de desempleo "muy altas", es decir que las consecuencias de la crisis y del proceso de transformación que está atravesando Europa se sufrirán todavía en 2013 y quizás en los años posteriores, señaló.
"Sí, hemos conseguido bastante, pero sigue habiendo un periodo difícil que no podemos eliminar con una única medida" de efecto, como esperaban algunos políticos cuando se empezó a hablar de eurobonos o de quitas en el caso de Grecia para el sector público.
"Eso no va a ocurrir. Estos problemas se han creado durante años y se tienen que subsanar durante un largo periodo de tiempo. Para ello no podemos cejar en nuestro esfuerzo reformista", enfatizó.
Merkel recordó que, según las instituciones europeas, también el próximo año habrá cifras de crecimiento "muy reducidas" y tasas de desempleo "muy altas", es decir que las consecuencias de la crisis y del proceso de transformación que está atravesando Europa se sufrirán todavía en 2013 y quizás en los años posteriores, señaló.
"Sí, hemos conseguido bastante, pero sigue habiendo un periodo difícil que no podemos eliminar con una única medida" de efecto, como esperaban algunos políticos cuando se empezó a hablar de eurobonos o de quitas en el caso de Grecia para el sector público.
"Eso no va a ocurrir. Estos problemas se han creado durante años y se tienen que subsanar durante un largo periodo de tiempo. Para ello no podemos cejar en nuestro esfuerzo reformista", enfatizó.
EFE
