La reticencia de los europeos a gastar en viajes y salir a comer desaceleró el aumento en el costo de vida en la zona euro en noviembre, y el deteriorado poder de la economía para generar puestos de trabajo ofreció pocas posibilidades a los consumidores a ayudar en la recuperación.
La inflación anual en los 17 países que comparten el euro fue del 2,2 por ciento en noviembre, según datos divulgados el viernes por la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat, confirmando su estimación inicial.
El empleo en la zona euro cayó un 0,2 por ciento en el tercer trimestre respecto al segundo, dijo Eurostat en otro comunicado, mostrando un empeoramiento de la tasa laboral del bloque desde el verano europeo y destacando el impacto de la crisis de deuda.
El gasto de los hogares, limitado por los recortes gubernamentales y un desempleo récord, se limitó principalmente a los sectores alimentación y vestuario en noviembre.
En tanto, la inflación de precios al consumidor cayó un 0,2 por ciento desde octubre. Los costos de transporte, recreación, cultura y restaurantes registraron una baja en el mes.
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