La compra de derivados petroleros a Estados Unidos por parte de Venezuela se disparó en septiembre para llegar a un récord de 196.000 barriles por día (bpd), luego de que una explosión en la mayor refinería del país socio de la OPEP paralizara casi completamente la planta en agosto.
El volumen de combustibles importados por Venezuela resulta 136 por ciento superior a los 83.000 bpd adquiridos en agosto y se sitúa muy por encima de los 20.000 bpd que compró a Estados Unidos en igual mes del año pasado, según reveló el viernes la Administración de Información Energética de ese país (EIA).
Venezuela normalmente importa componentes puntuales como oxigenantes para mezclar con derivados terminados, pero las compras hechas en septiembre fueron mayormente de combustibles listos para despachar, como gasolina y destilados.
El ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, ha insistido en que el país sudamericano no ha tenido que hacer importaciones de gasolina terminada por la tragedia en Amuay, pero las cifras de la EIA muestran la compra de 68.000 bpd de gasolina convencional y 28.000 bpd de componentes para gasolina.
Tras la explosión que dejó más de 40 muertos en el Centro Refinador Paraguaná (CRP), el segundo mayor del mundo e integrado por Amuay y Cardón, otros diez incidentes de considerable magnitud han afectado las operaciones de la estatal PDVSA, limitando su producción local de derivados a alrededor de dos tercios de su capacidad.
Además, varias unidades de producción de gasolina y diésel en las refinerías Amuay, Cardón, El Palito e Isla (operada por PDVSA en Curazao) están detenidas por mantenimiento.
En septiembre se registró además una nueva disminución en la exportación de derivados venezolanos, que promedió 33.000 bpd, por debajo de los 64.000 bpd del mes anterior y de los 47.000 bpd de septiembre del 2011.
El incremento de las compras externas en septiembre impulsó el promedio de importación de derivados hecha por Venezuela en 2012 a unos 70.000 bpd, desde los 27.000 bpd del mismo período del año pasado.
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