Se acerca la Navidad y una de las costumbres que se mantiene muy arraigada en muchas partes del mundo es hacer regalos. De hecho, muchos psicólogos, antropólogos, economistas y mercadólogos se han preguntado qué hay detrás de este acto.
Dar un regalo es algo más complejo de lo que parece; para algunos, es parte importante de la interacción humana, pues ayuda a definir relaciones y estrechar lazos con familia y amigos. Esto explicaría por qué los que regalan, obtienen muchas veces la mayor ganancia emocional que los que reciben.
Para otros, tal vez cansados del tráfico y el comercialismo, optan por rechazar el dar o recibir un regalo, pues lo consideran algo sumamente materialista. Sin embargo esto puede significar una importante pérdida de conexión entre familiares y amigos.
“Si no dejo que me des un regalo, no estoy motivándote a que pienses en mí y en las cosas que me gustan. Estoy evitando que experimentes la alegría de poder participar en esas actividades conmigo. Tú le haces a las personas un perjuicio cuando les quitas el regalo de dar” dice Ellen J. Langer, profesora de psicología en Harvard, publica el The New York Times.
Para el doctor McGrath, dar un regalo es una forma de demostrar interés “quién está en tu lista de regalos, te habla de quienes son importantes para ti” agrega. Pero tal vez el mayor efecto de dar un regalo ocurre en nosotros mismos, ya que refuerza nuestros sentimientos por los otros y nos hace sentir queridos y protegidos.