La médica acusada de provocar la muerte de siete pacientes en un hospital en Brasil, donde se investigan además cientos de muertes, solía decir que en ese lugar "no existe Dios" y que ella era la que decidía "quien vive y quien muere", publicó la revista Veja este fin de semana.
Basándose en declaraciones del proceso a las que dijo tener acceso y en entrevistas con testigos, Veja señaló que la médica Virginia Soares de Souza comandaba un grupo que desarrolló "una rutina de horrores" en el hospital Evangélico de Curitiba (Paraná, sureste), donde dirigió por siete años la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
"Muchas veces escuché a la doctora decir 'aquí no existe Dios; quien decide quien vive o muere soy yo'", dijo una testigo del caso entrevistada por Veja, que no la identificó.
Una enfermera señaló que una vez el hospital se preparaba para recibir a los heridos de un accidente de tránsito, pero no había camas disponibles en la UTI.
"Bajé a emergencias con la UTI llena pero cuando volví, en menos de media hora, seis pacientes habían muerto. Me dio pavor", contó a Veja.
La médica, que recobró provisionalmente su libertad el 20 de marzo después de pasar un mes en prisión alegando siempre inocencia, está acusada junto a otros siete médicos y enfermeras de provocar la muerte de siete pacientes desde 2006.
Las autoridades también investigan más de 300 muertes sospechosas en el hospital.
Según la versión de la revista, la médica aplicaba a los pacientes una letal mezcla bautizada como "kit muerte", compuesta por analgésicos, anestésicos y relajantes musculares, depresores del sistema nervioso central.
La médica organizaba a los enfermos de la UTI entre los que tenían más posibilidades de recuperarse y los que no, y entre ellos actuaba el grupo. La situación era conocida en el hospital, afirma la revista.
Según la acusación de la Fiscalía, la Policía Civil recopiló testimonios y escuchas telefónicas legales que apuntan a que Soares de Souza recetó o suministró medicamentos a pacientes con ventilación mecánica que les provocaron la muerte por asfixia.
En otros casos se les disminuía el oxígeno del respirador artificial.AFP