Cuando coincidieron en 2010 en Barcelona como compañeros de equipo, Gerard Piqué y Zlatan Ibrahimovic hicieron una amistad que llegó mucho más allá de las canchas y en una ocasión, al salir de un entrenamiento, fueron sorprendidos en una situación cariñosa que dio mucho de qué hablar.
Esta semana se volvieron a encontrar en el partido que disputaron PSG ante Barcelona y la cámara nuevamente los agarró: en esta ocasión, Piqué apretó con su mano el trasero de su colega.
Corriere della Sera