Las autoridades chinas informaron de un fallecimiento más por la gripe aviar H7N9, por lo que la cifra de muertos por este nueva cepa del virus en China se eleva a 21, mientras que la cifra de contagiados se sitúa en los 104.
En las últimas 24 horas las autoridades sanitarias del gigante asiático confirmaron dos nuevos casos de contagios, ambos en la provincia meridional de Zhejiang.
Además, 13 pacientes ya han sido dados de alta tras superar la enfermedad, mientras que otros setenta están siendo tratados en varios hospitales de la zona.
La municipalidad de Shanghái, en el este del país, continúa siendo la zona donde se han registrado más casos mortales (12 de los 33 registrados), mientras que la vecina provincia de Zhejiang es la que contabilizó más contagios (40, entre ellos cinco mortales).
Un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó este fin de semana las investigaciones sobre el origen y características de la nueva enfermedad, que no se había detectado en humanos hasta el pasado mes de marzo.
Todos los afectados actualmente han sido aislados y están siendo tratados en hospitales designados, mientras las autoridades insisten en que por ahora no hay indicios de contagio entre humanos, sólo de aves a personas.
China ha tomado varias medidas para controlar la expansión de esta enfermedad -que ha aparecido cuando se cumplen 10 años de una de las últimas grandes alertas sanitarias vividas en el país, la del SARS-, entre ellas el cierre de varios mercados de aves vivas de corral en las principales ciudades del país.
El Gobierno chino también ordenó la semana pasada la suspensión de la venta de aves salvajes para evitar la propagación del virus, y se ha prohibido el contacto directo entre humanos y animales en los zoológicos.
EFE