Las elecciones presidenciales del 14 de abril serán irreprochables y transparentes desde el punto de vista técnico pero Venezuela vivirá unos comicios "profundamente antidemocráticos" porque no se respetará la igualdad de condiciones de los candidatos, según Vicente Díaz, rector del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sobre los cinco rectores del CNE reposa el poder electoral venezolano y la responsabilidad de velar por el buen funcionamiento de la campaña, las votaciones y el recuento posterior. Díaz es reconocido por ser la voz disonante dentro de este Consejo y el único que ha denunciado con frecuencia los supuestos abusos cometidos por el gobierno.
"Lo ideal sería que el CNE fuera la representación de este país plural", lamenta el rector.
En los últimos años, Díaz presentó 16 denuncias contra Hugo Chávez por comportamientos que el rector estimaba abusivos. Ninguna progresó. La campaña será "muy delicada", según el rector, por llevarse a cabo poco tiempo después de la muerte del presidente, el 5 de marzo.
"Maduro asume como estrategia la memoria y el tributo al difunto mandatario, defiende su legado y va a utilizar su imagen como referente. Quien lo adversa, Capriles, se referirá a una persona fallecida cuando critique al gobierno y tendrá por ello la emoción por la muerte de Chávez en su contra", explica.
Díaz admite que es materialmente imposible que la candidatura de Capriles tenga tanta visibilidad como la de Maduro. Como ejemplo, toma un diario local y muestra una página de publicidad de Capriles y otra de Maduro financiada por su partido, el PSUV. Sin embargo, el diario contiene además ocho páginas de publicidad en favor del candidato oficialista pagadas por el gobierno.
"Esto muestra la ventaja apabullante del gobierno en la campaña, indudablemente, y el CNE está favoreciendo esta situación. Si gana Maduro, lo hará en el marco de una elección injusta y desequilibrada", zanja.
Convencido y con aire grave, el rector subraya que lo que está en juego en estas elecciones presidenciales atípicas es "la paz de Venezuela".
"Cualquier irregularidad va a generar una reacción tremenda y aquí nadie es tonto. Yo creo que el CNE es consciente de la responsabilidad que tiene con la tranquilidad y la paz de la familia venezolana y estoy seguro de que mantendrá las cosas bajo control", asegura.
El órgano electoral es a menudo criticado en Venezuela por considerarse parcial y al servicio del poder. Díaz admite que esta idea ha sido en parte favorecida por el propio gobierno y por Chávez, quienes "pusieron en duda la credibilidad del CNE" y menoscabaron sus decisiones.
"Es como si hubiera una política del gobierno para dejar malparado al CNE. Por ejemplo, el presidente Chávez nombró a su comando de campaña para las elecciones de octubre de 2012 en cadena nacional y todos los medios tuvieron que difundir este acto. Eso fue un abuso sin precedentes y el CNE no hizo absolutamente nada", lamenta.
Sin embargo, Díaz resalta que el proceso electoral venezolano lleva años siendo impecable desde el punto de vista técnico: los sufragios son secretos y se contabilizan correctamente. "El sistema ha demostrado que quien tenga los votos ganará y creo que los venezolanos cada día confían más en que su voto decide. Prueba de eso fue que en las presidenciales de octubre de 2012 el 80% de los venezolanos acudió a las urnas", recuerda.
Consciente de que el proceso electoral del 14 de abril genera mucho interés pero también incertidumbre fuera del país, Díaz insiste en que el ganador será reconocido y gobernará. "No hay otra posibilidad. Creo que en el caso de que gane Capriles, el gobierno no tiene otra opción que reconocer porque posee suficiente información y representación en el CNE para saber cuáles son los resultados. Y si gana Maduro, creo que el pasado 7 de octubre, cuando perdió frente a Chávez, Capriles ya mostró su espíritu democrático al admitir su derrota", confía.
Díaz considera además positivo que haya un acompañamiento internacional para las presidenciales, aunque no se trate propiamente de una misión de observación.
"Por un lado Venezuela tiene razón al decir que las relaciones internacionales se construyen con reciprocidad: la Unión Europea no permite misiones de observación latinoamericanas en Europa, ¿por qué habría misiones de observación europeas en América Latina? Pero también es verdad que en Venezuela en los últimos años hubo huelgas generales, intentos de golpe de Estado, boicot electoral, tensión en la calle y es conveniente para todas las partes que haya observadores internacionales. Lamento que no vengan como misión cualificada pero es preferible este acompañamiento que ninguno", estimó.AFP