Expira plan de alojamiento de familias afectadas por ´Sandy´ en N.York
Unas 600 familias de Nueva York que perdieron sus viviendas con el huracán "Sandy" y que seis meses después siguen viviendo en hoteles pueden verse en la calle el miércoles, al expirar mañana el programa oficial de ayudas para su alojamiento.
Tras la catástrofe del 29 de octubre pasado, el Departamento de Vivienda de Nueva York (NYCHA, por sus sigla en inglés) y la Agencia Federal de Gestión de Emergencia (FEMA) crearon un plan de ayudas para dar un techo a las víctimas cuyos plazos se han ido ampliando, pero este 30 de abril muchos de los afectados, que se encuentran todavía en hoteles, serán desalojados.
"Antes de la tormenta no éramos "homeless" (sin casa)", explica a Efe Rachel Rivera, puertorriqueña que perdió su piso alquilado en Brooklyn tras el huracán y que ahora mismo vive en un hotel en Chelsea con su novio y su hija de seis años. Además, padece una escoliosis que le impide trabajar y por la que recibe 700 dólares al mes.
"No tenemos cocina, no tenemos lavadora y aquí comprar un plato de comida cuesta 20 dólares", protestó Rivera.
Su novio, Seth Muñoz, que además de sin casa se quedó sin trabajo en el taller donde estaba empleado agregó: "Se están gastando 2.000 dólares a la semana en este hotel y estamos en una zona muy turística. Rachel tiene que ir a su médico en Brooklyn. Podrían utilizar ese mismo dinero en facilitarnos un alquiler".
Desde la ONG New York Communities for Change ayudan a estas familias a encontrar la manera legal de encontrar una alternativa digna. "Mucha gente no tiene ingresos para aceptar los alquileres subvencionados que han ofrecido y nadie quiere estar en un hotel", explicó a Efe su portavoz, Olivia Leirer.
Otras mil familias no pudieron siquiera sufragar los gastos de los alquileres que pusieron a su disposición, explicó Leirer, quien añade que el Departamento de Vivienda de Nueva York tiene disponibles 400 viviendas, pero no todas las víctimas cumplen los requisitos para ocuparlas.
En el caso de Rivera y Muñoz, al no estar su vivienda en una de las zonas más afectadas por la catástrofe, no pueden acceder a ellas.
"De momento queremos que nos amplíen 45 días la estancia en el hotel", reconoció Rivera, quien aseguró que gran parte del dinero destinado a las ayudas se ha perdido en la mala organización y acusa de que ha habido "padrinaje" a la hora de repartir estos fondos.
"Era una situación sin precedentes y no sé cuál es la buena o la mala manera. Se sienten náufragos, que se les quiso ayudar en un principio, pero se han ido olvidando de ellos", dijo Leirer.
El Círculo de la Hispanidad en Long Beach (Long Island), una de las zonas que más sintió el castigo de "Sandy", es una de las organizaciones que ofreció ayuda a las víctimas de la tormenta.
Seis meses después del paso del huracán muchas familias de Long Beach continúan desplazadas, dijo a Efe Gil Bernardino, fundador y director de la organización.
Explicó que los dueños de las propiedades que alquilaban no han recibido la ayuda para la reparación de esas casas, lo que mantiene a sus inquilinos viviendo fuera del lugar donde se habían establecido.
"Las familias necesitan que las ayudas para las viviendas lleguen y que los seguros paguen para que puedan volver a alquilar", agregó.
Algunas de las familias a las que el Círculo de la Hispanidad proveyó de ayuda están viviendo en hoteles, los que deberán abandonar mañana sin tener adonde ir, como la familia de Raquel Rivera.