Muchos criminales buscan constantemente hallar la fórmula para evitar ser capturados, entre esas, la ingeniosa vía estética, que va desde bypass gástricos, rinoplastias, estiramientos faciales y hasta cambios de sexo.
Ejemplos abundan, entre la delincuencia organizada, que tienen cierto nivel, “El malandrito común no está pendiente de estos detalles, esto queda más para la delincuencia organizada: drogas, secuestro, estafa, robos a gran escala”, específico un policía.“Saben que sobre ellos pesa una orden de captura, que los están buscando, y dependiendo del nivel pueden hasta tener una tarjeta roja de Interpol en su contra, como hemos visto con varios narcos detenidos en el país, durante los últimos años”, expresó uno de los policías entrevistados.
Cambios más ligeros pueden realizarse en su apariencia, como teñirse o cortarse el cabello, quitarse unos bigotes o hasta eliminar una seña característica como un lunar o verruga.
Entre otros elementos de vital importancia de supervivencia de las bandas es tener un teléfono que solo lo tengan los integrantes de la banda o la desinformación de hechos básicos, como lugar de residencia. La información que no está vinculada con las actividades de la banda no se conoce entre sus miembros, como integrantes del grupo familiar, o en qué sector viven.
Mencionando un caso reciente, el del criminal “Loco Barrera” , escondido en Venezuela por varios años, no usaba teléfonos celulares, se comunicaba con su familia y socios desde teléfonos públicos y, no conforme con esto, se quemó con ácido la punta de los dedos, para desaparecer las huellas dactilares.
Ante las artimañas desarrolladas por los delincuentes, los cuerpos de seguridad se ven en la obligación de invertir más en tecnología de punta y afianzar aún más las labores de inteligencia, porque -hasta los momentos- afirmó un efectivo policial “es muy difícil borrar las huellas dactilares, no las han podido cambiar, una vez capturados hay maneras de verificar sus identidades, háganse lo que se hagan, desde sencillos refrescamientos de rostros, hasta la pérdida extrema de kilos o transformaciones radicales de sus señas características”.Los expertos reconocen que en la medida que la medicina avanza, la labor investigativa se pone más cuesta arriba. Afirman que en muchas ocasiones los ha ayudado más un retrato hablado que una foto vieja de la persona solicitada.
Con información de Panorama
por Sabrina Machado
