El uso de tabletas y celulares antes de irse a dormir puede afectar luego, al momento de conciliar el sueño. Esto sucede sólo cuando la iluminación de las pantallas está al máximo o los usuarios se los acercan a menos de 14 centímetros de la cara.
Para el estudio, investigadores de la Clínica Mayo en Scottsdale, Arizona, utilizaron dos tabletas y un teléfono inteligente, configurados con diferentes niveles de investigación, en un cuarto oscuro. Además, los participantes los fueron utilizando a distinta distancia de la cara, para comprobar cuál era la más adecuada.
Descubrieron que cuando los niveles de brillo se redujeron y los dispositivos estaban a una distancia prudencial de la cara del usuario, se reducía el riesgo de que la luz fuera lo suficientemente brillante como para suprimir la secreción de melatonina y perturbar el sueño.
PRIMERA HORA
Una de las causas que pueden afectar al sueño son los diodos emisores de luz brillante que permiten el uso de dispositivos móviles en habitaciones con poca luz, pues pueden afectar la producción de melatonina, la hormona que ayuda a controlar el ciclo natural de sueño-vigilia.