El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, defendió la prudencia como valor preponderante en las relaciones diplomáticas de su país, que en el último mes han atravesado dificultades con algunas naciones vecinas.
"En la diplomacia como en la vida no hay que ensillar las bestias antes de comprarlas y recordar siempre que el pez muere por la boca", escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Santos, que regresó esta semana de su gira por Reino Unido y Oriente Medio, la más larga de 2013, rompió con este comentario el silencio del Gobierno después de que se conocieran los planes de Nicaragua y una empresa china para construir un canal interoceánico.
Esto sucede después de que Nicaragua ampliara sus derechos económicos sobre aguas que antes estaban en manos de Colombia tras el fallo de la Corte Interamericana de Justicia de La Haya dictado en noviembre de 2012.
Este dictamen le atribuyó a Nicaragua unos 75.000 kilómetros cuadrados de mar que antes estaban en manos colombianas, mientras ratificó la soberanía del país andino sobre siete cayos cercanos a su archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
La excanciller colombiana Noemí Sanín había alertado hace más de un mes de que los negocios entre China y Nicaragua podían estar detrás del fallo, puesto que había una jueza china en la CIJ que supuestamente conocía esos planes y el canal atravesará las aguas adjudicadas.
Esta noticia despertó ayer las reacciones de sorpresa y sospecha entre los políticos colombianos, con excepción del presidente.
Otro frente abierto en la política exterior colombiana es Venezuela, pues en el último mes Santos recibió al líder de la oposición del país vecino, Henrique Capriles, quien no reconoce la legitimidad de la elección del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
El Gobierno venezolano expresó su malestar por esta reunión, que agravó el anuncio de Santos de un acercamiento a la OTAN.
Después, Venezuela denunció un complot por el cual opositores venezolanos habrían comprado en EE.UU. unos 18 aviones de guerra que supuestamente saldrían de bases colombianas para atentar contra el Gobierno de Maduro.
El canciller venezolano, Elías Jaua, afirmó ayer que hay prevista una reunión entre los presidentes de Colombia y Venezuela, en la que se presentarán las pruebas de esta presunta confabulación.
efe