El secuestro de los españoles María Concepción Marlaska y Ángel Sánchez, en libertad tras casi un mes de cautiverio en manos de delincuentes comunes colombianos, tendrá un final feliz porque terminará en boda.
Al finalizar hoy una rueda de prensa en la residencia del embajador de España en Bogotá, Sánchez, de 49 años, aprovechó para declararse a su novia, de 43, con la que tiene una relación desde hace siete años.
"Voy a hacer algo que creí que no iba a hacer nunca, y menos en estas circunstancias, que es pedirle matrimonio. Espero que no me diga que no", dijo Sánchez, mientras Marlaska, sorprendida, bromeó, "esto parece un concurso".
"¿Quieres ser mi mujer? ¿Quieres casarte conmigo?", preguntó, y ella respondió con rotundidad: "sí".
Marlaska reconoció que el secuestro les ha unido "un poco más" porque "es fundamental hacer equipo y sacar toda la fuerza" y recordó que durante todo el tiempo trataron de respaldarse mutuamente para evitar que el otro cayera en un "bajón" de ánimo.
"Yo quería decir una cosa muy importante que quería valorar en público. Yo estoy vivo gracias a ella, quiero que todo el mundo lo sepa, porque si no me hubiera vuelto loco", agradeció Sánchez, al recordar las frases de ánimo que se dedicaban.
Sánchez y Marlaska, ambos oriundos de Avilés (Asturias, norte de España), están ansiosos por recuperar su rutina después de esta experiencia que les amargó sus vacaciones por Colombia, un país que soñaban con visitar, según dijeron.
La pareja emprenderá el regreso a España esta tarde y debe llegar el lunes por la mañana al aeropuerto de Barajas.
EFE