Un prelado italiano, un exagente de los servicios secretos de Italia y un intermediario financiero han sido detenidos este viernes acusados de fraude y corrupción, en la investigación sobre las presuntas irregularidades en la gestión del llamado banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Los medios italianos informan que el alto prelado detenido es Nunzio Scarano, responsable del servicio de contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica(APSA), el ente que gestiona el inmenso capital inmobiliario del Vaticano.
En un primer momento se había comunicado que se trataba del obispo de Salerno, pero el arrestado es un prelado que pertenece a esta archidiócesis.
Scarano ya había sido suspendido por el Vaticano de todos sus cargos después de que se supiera que la Fiscalía de Salerno le investigaba por blanqueo de dinero por un caso de cheques justificados como donaciones de origen poco claro, por un total de 580.000 euros.
Los otros detenidos son Giovanni Maria Zito, exagente de los servicios secretos italianos (AISI), ya que había sido destituido hace algunos meses de su cargo, y Giovanni Carinzo, un intermediario financiero.
Según los medios italianos, las pesquisas que han llevado al arresto se concentraban en la entrada ilegal en Italia de 20 millones de euros desde Suiza.
Esta operación fue practicada por la Guardia de Finanzas (policía fiscal italiana) tras la orden de la jueza de investigaciones preliminares de Roma Barbara Callari.
Por el momento se desconocen más detalles sobre los delitos que se les imputan y sólo que se trata de una investigación que ha surgido de las varias que la Fiscalía de Roma mantiene abiertas sobre las presuntas irregularidades del IOR.
Se desconoce si en este caso también está implicado el banco del Vaticano, como ha ocurrido en el pasado, por la poca transparencia en la gestión de las cuentas corrientes.
Las detenciones se producen después de que el pasado miércoles, el Vaticano informara de que el papa Francisco ha nombrado una comisión, formada por cinco miembros, que se dedicará en los próximos meses a investigar todo lo que ocurra en el banco del Vaticano, envuelto desde hace años en numerosos escándalos financieros, para una posible reforma.
EFE