Un cohete nipón que debe transportar equipos a la Estación Espacial Internacional (EEI), entre ellos dos satélites que incorporan tecnología desarrollada por una empresa española, fue lanzado con éxito, informó la Agencia Aeroespacial de Japón (JAXA).
El cohete tipo H-IIB fue lanzado a las 4.48 hora local (19.48 GMT del sábado) desde la estación espacial de la isla de Tanegashima, en la prefectura de Kagoshima (suroeste de Japón), con el vehículo de transferencia de carga Konotori IV a bordo.
Casi 15 minutos después de ser lanzado, y una vez en órbita, la unidad de carga se separó del cohete tal y como estaba previsto, aseguró JAXA.
Se espera que el Konotori IV alcance el próximo viernes 9 de agosto la EEI, hasta la cual debe transportar un cargamento de 5,4 toneladas, en el cual están incluidos dos satélites Ardusat que incorporan sensores de medición de radiación producidos por la empresa española Libelium.
Estos sensores funcionan como un contador Geiger, aunque han sido desarrollados para tener un tamaño y peso mínimos (4 por 3 centímetros y unos 40 gramos).
Los dispositivos detectan las partículas gamma producidas en cualquier lugar del espacio y permiten medir los niveles de radiactividad espacial generados por fenómenos como las tormentas solares, según detalló la empresa en un comunicado.
En la carga del Konotori IV también se incluye comida para los astronautas, y otros equipos destinados al módulo experimental japonés Kibo que hay a bordo de la EEI.
Entre estos equipos se cuenta el androide Kirobo, cuyo cometido es el de comunicarse con el astronauta nipón Koichi Wakata, en lo que supondrá el primer experimento de este tipo en el espacio exterior.
Aunque el robot, que va equipado con una cámara de reconocimiento facial y otra para grabar imágenes, supuestamente puede comunicarse con cierta autonomía con humanos, su cometido es también el de transmitir mensajes y mejorar el entendimiento entre los tripulantes y el personal de control en la Tierra.
El simpático androide, de 34 centímetros de altura y un peso de en torno a 1 kilogramo, ha sido desarrollado durante unos 2 años por el Centro de Investigación para Ciencias y Tecnologías Avanzadas (RCAST), la Universidad de Tokio, la empresa Robo Garage, JAXA, el fabricante de vehículos Toyota y la agencia de comunicación Dentsu.
EFE