El lento avance del uso de la marihuana con fines terapéuticos en Estados Unidos ha allanado el camino de esta sustancia hasta las cocinas, donde se valora no solo porque deja a todos los comensales contentos, también por su sabor.
La "maría" ha pasado de aderezar pastelitos de chocolate a ser un complemento para cócteles e incluso dar una nueva dimensión al pavo de Acción de Gracias.
La técnica para extraer la esencia de la planta y su aplicación gastronómica es una de las disciplinas que se imparten en la llamada Universidad de Oaksterdam, en el norte de California, que fue pionera en EE.UU. al abrir sus puertas en 2007 para enseñar a tener éxito en la industria del cannabis con fines médicos.
"No hay receta que no se pueda adaptar", comentó a Efe la profesora de "Métodos de Ingestión: Cocina", Sandy Moriarty, autora de uno de los libros más populares sobre comida con marihuana: "Aunt Sandy"s Medical Marijuana Cookbook", que sirve de manual para los aprendices.
Moriarty ha dado clase a miles de alumnos, según confesó, a los que ha introducido en su método "perfeccionado" de elaboración de mantequilla de cannabis, el ingrediente básico que permite tomar esta sustancia hasta con las palomitas de maíz.
"Sabe delicioso", indicó la experta cuyo sirope de marihuana sirve para dulcificar cócteles, pasteles de manzana o para comer directamente sobre melón recién cortado, si bien su receta estrella es el pavo al horno con todos los condimentos propios de Acción de Gracias.
"La salsa capturó la esencia de forma increíble. Mi familia tuvo que traerse el saco de dormir", aseguró la cocinera, que explicó que la ingesta de marihuana tiene un efecto relajante que no coloca como cuando la droga entra al organismo por el sistema respiratorio.
Otra experiencia singular este año fue el primer concurso de cocina con marihuana, Medicated Chef Contest, convocado en Denver, Colorado, estado que junto a Washington ha legalizado esa droga para que cualquiera la pueda fumar o, si lo prefiere, tomarla con tenedor y cuchillo.
EFE