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sábado, 7 de septiembre de 2013

Bombarderos pesados B-2 y B-52 se suman a inminente ataque contra Siria

Los bombarderos pesados B-2 y B-52 podrían ser utilizados, desde sus bases en EE.UU., enun eventual ataque contra Siria, según apuntaron esta semana varios medios estadounidenses.
El recurso a estos aviones de largo alcance se sumaría al uso de misiles Tomahawk desde buques o submarinos, y constituiría una escalada en los planes militares del Pentágono, de acuerdo con los observadores.
Lo que empezó definiéndose como una acción militar de castigo "limitada" y "proporcional", mediante misiles de precisión, ha ido escalando al uso eventual de submarinos, armamento avanzado, aviones por estrenar y ahora menciones de bombarderos pesados.
Según un corresponsal de la cadena ABC de televisión que acompañó al presidente Barack Obama en su reciente visita a Rusia, los planes de ataque a Siria podrían incluir misiles disparados desde aviones bombarderos B-2 y B-52 que volarían directamente desde sus bases en Estados Unidos.
La ventaja de estos poderosos aparatos es que podrían bombardear desde fuera del espacio aéreo sirio, sin tener que hacer frente a la sofisticada defensa antiaérea de ese país.
El diario The Wall Street Journal también sugirió esta semana la misma posibilidadindicando que, según sus fuentes, la Fuerza Aérea podría usar bombarderos para "suplementar a los destructores en el Mediterráneo".
Cuando hace diez días el Pentágono envió cuatro destructores al este del Mar Mediterráneo, los expertos militares hablaban del uso posible, nada más, de algunas decenas de misiles crucero Tomahawk cuidadosamente dirigidos a algunas instalaciones sirias específicas.
La posibilidad de acción se concentraba en la Marina de Guerra, con el añadido pocos días más tarde de informaciones sobre el desplazamiento de submarinos, cada uno de los cuales puede disparar más misiles que cinco destructores juntos.
Pero la Fuerza Aérea, y sus proveedores de armamento, no podía quedarse afuera, y una portavoz explicó recientemente a la prensa que esa arma ha desarrollado dos tipos de munición que serían muy prácticos en una acción contra las capacidades de armas químicas de Siria.
Ese nuevo armamento estadounidense, según la portavoz Jennifer Cassidy, puede destruir los depósitos de armas químicas o biológicas sin que se produzca la dispersión de los elementos tóxicos que contienen en el área circundante.
Una de las armas que podrían ser utilizadas para ese cometido, conocida como CrashPad o BLU-119/B, es una bomba con un explosivo incendiario de alta temperatura pensado para incinerar los agentes químicos antes de que sean dañinos, según documentos del Departamento de Defensa estadounidense.
La otra, desarrollada en secreto mientras EE.UU. preparaba la invasión de Irak a finales de 2002, destruye sus objetivos con energía cinética en lugar de explosivos.
El gobierno de Obama ha insistido en que cualquier acción contra Siria no involucrará tropas estadounidenses en tierra, pero según publicaciones militares la Infantería de Marina está también presente en el despliegue y hacia el este del Mediterráneo se ha desplazado el buque San Antonio, con cientos de infantes.
La única de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que hasta hoy había quedado fuera de los planes de ataque es el Ejército (de Tierra), que ha tenido la carga más pesada en las guerras de Afganistán e Irak.
Pero el viernes el diario Military Times publicó un artículo explicando que durante este verano los pilotos de helicópteros del Ejército han realizado ejercicios de instrucción a bordo de los buques anfibios Ponce y Green Bay, el muelle flotante Rushmore y el portaaviones John C. Stennis en el Golfo Pérsico.
"Los expertos señalan que la aviación del Ejército y la Marina siempre han cooperado pero a medida que van concluyendo las guerras en tierra y los militares vuelven su atención a la región de Asia y el Pacífico, y mantienen la seguridad en el Oriente Medio, los servicios buscan más formas de trabajar juntos sobre el agua", añadió el artículo.
EFE