Argentina, México y Colombia han comenzado a dar sus primeros pasos en el prometedor negocios de los hidrocarburos no convencionales, un sector que requiere de fuertes inversiones que estos países pretenden captar con regulaciones más atractivas.
Los casos de estos tres países fueron analizados por expertos del sector en el World Shale Oil & Gas Latin America Summit, que concluye este viernes en Buenos Aires.
Argentina ha tomado la delantera regional en la explotación de petróleo y gas de esquisto ("shale") con el inicio de la actividad extractiva en la gigantesca formación no convencional de Vaca Muerta, en el suroeste del país, por parte de YPF, controlada por el Estado argentino tras la expropiación del 51 % de las acciones a la española Repsol.
Las actividades en Vaca Muerta se concentran en la provincia de Neuquén, cuyo director de Hidrocarburos, Alex Valdéz, precisó hoy en el encuentro que ya se han perforado un centenar de pozos.
"La niña bonita es Vaca Muerta. Estamos viendo si está viva. Según lo que hemos investigado, para poder determinar cómo se comporta nuestra Vaca Muerta hay que invertir y tener un panorama de 4000 pozos para ver cómo es el comportamiento en toda la extensión de Vaca Muerta. Pero tenemos un gran potencial", afirmó Valdéz.
Aunque existen varios operadores internacionales con derechos en la formación, YPF es el mayor de ellos y recientemente ha sellado una alianza con la estadounidense Chevron para la explotación conjunta en un sector de Vaca Muerta, un modelo que busca replicar con otros potenciales socios.
Para incentivar el renglón de los no convencionales, el Gobierno de Cristina Fernández creó en julio pasado, previo al acuerdo Chevron-YPF, un régimen de promoción de inversiones para la explotación de hidrocarburos con beneficios para empresas que presenten proyectos de explotación por más de 1.000 millones de dólares.
A nivel local, las provincias petroleras argentinas también estudian cambios de regulación.
Valdéz dijo que Neuquén planea licitar en marzo próximo áreas de concesión en Vaca Muerta para lo cual se prevé algunos cambios en la normativa provincial.
Colombia también modificó su regulación recientemente para el sector de los no convencionales.
Los cambios consisten en un nuevo sistema de pago de regalías, incentivos fiscales y mayores plazos para el período de exploración, que se extendió de seis a nueve años, según detalló Edwar Tovar, director de No Convencionales de la petrolera colombiana Ecopetrol.
Tovar destacó que el "shale" forma parte de las estrategias de Ecopetrol para aumentar la producción de hidrocarburos.
Colombia tiene tres cuencas con potencial no convencional, pero la mayor de ellas es el Valle Medio de Magdalena, donde ya se han perforado cuatro pozos.
"Escopetrol está haciendo una campaña de diagnostico del potencial. Se esta encontrando una segregación de hidrocarburos. Pronto entrará en fase piloto, para luego hacer demostración comercial de la viabilidad económica de los proyectos", dijo Tovar.
En México también los pasos en el campo del "shale", en particular en el gas de esquisto, son incipientes.
"En México apenas estamos en el proceso de delimitar con precisión cuál es el potencial", señaló Fluvio Ruiz Alarcón, asesor y miembro de la junta directiva de la estatal mexicana Pemex, quien indicó que ahora mismo el esfuerzo está puesto en un fondo de investigación para financiar los estudios para determinar el potencial y las reservas de "shale gas" de México.
El experto señaló que los no convencionales, junto con la perforación en aguas profundas, será parte del debate de la reforma energética que propuso el pasado 12 de agosto el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
La iniciativa, que supondrá cambios en la Constitución del país, apuntan a abrir el sector a la iniciativa privada y hacer más atractivas las inversiones en materia petrolera, además de promover una reorganización completa de Pemex.
En este sentido, Ruiz Alarcón dijo que, a diferencia de años pasados, ahora "las condiciones política están dadas para que pueda darse una reforma profunda del sector".
La discusión, dijo, implicará no solo los modelos de contratos de explotación de hidrocarburos sino también cambios en el régimen fiscal para un sector con altas cargas en México.
EFE