¿Existe el cabernet sauvignon perfecto? Cien viñas chilenas se han unido para elaborar un vino que se acerque a la excelencia o que, por lo menos, muestre lo mejor de esa tradicional cepa en Chile.
El resultado es el vino 100 Barricas de Chile, un caldo formado con la mezcla de un centenar de cabernet sauvignon cosechados en 2011 en siete valles distintos, desde las alturas en el Valle del Limarí, a las puertas del desierto, hasta el frío Valle del Maule, en la zona centro-sur.
Más de dos años después del inicio del proyecto y con un largo trabajo enológico a cuestas, el vino ha sido lanzado esta semana a la venta.
Rafael Prieto, director de Top Winemakers, la firma impulsora de la iniciativa, explica en una entrevista con Efe que se han producido 24.000 botellas, una cifra relativamente pequeña, porque, dice, se ha dado prioridad a la calidad y la exclusividad.
El precio de cada botella bordea los 100 dólares (76 euros), y el 95 % de la producción se exportará al extranjero para promocionar los vinos de Chile.
El ideólogo del proyecto y las prestigiosas viñas que elaboraron el producto tenían claro su objetivo. "Queríamos mostrar un nuevo estilo representativo del cabernet sauvignon chileno, más allá de lo que ya se conoce", explica Prieto.
En su opinión, el resultado cumple las expectativas y no dejará indiferente a nadie.
"Es un vino equilibrado, frutal, con buena acidez y menos taninos. Es muy gastronómico y tiene una imprenta muy chilena, pero de un Chile moderno, no tan clásico", señala.
"Es un cabernet sauvignon chileno de alta gama de la cosecha de 2011, que fue seca y fría, condiciones extraordinarias para esa cepa", añade el enólogo Marcelo Retamal, de la viña De Martino, que también participó en el proyecto.
El proceso ha sido largo y trabajoso debido a la magnitud de la iniciativa y a la meticulosidad con la que han participado casi un centenar de enólogos.
Para empezar, Prieto creó un directorio de siete prestigiosos enólogos para que trazaran las directrices generales y el concepto del vino.
Iniciaron entonces un recorrido por los distintos valles, donde cada viña presentó dos o tres muestras de vinos sin mezclar ni embotellar, que fueron catados por el comité y los enólogos de cada lugar.
Los expertos empezaron a combinar los tintos de un mismo valle. De este proceso salieron 22 premezclas, separadas aún por origen geográfico.
Luego empezaron a combinar estas mezclas, para ver cómo cuajaban los caldos de los distintos valles. Salieron cinco alternativas y, tras algunas catas y un minucioso proceso de selección, se redujo a tres fórmulas del vino final.
En agosto del año pasado, medio centenar de expertos se reunieron para realizar la última cata y elegir cuál era el vino que mejor se ajustaba a la génesis del proyecto.
El último paso fue recolectar una barrica de cada vino seleccionado y mezclar los cien caldos en un tanque de la Viña Tarapacá. Tras un mes en el estanque, se embotelló a fines de septiembre de 2012.
"Insistí mucho en lograr un equilibrio, sin exceso de madera. Y ha salido un vino de muy buen tomar; entre dos y tres personas se pueden tomar una botella sin problemas", comenta Marcelo Retamal, que integró el reducido comité de expertos que diseñó el estilo del vino.
Más allá de la calidad del producto final, Retamal considera que el 100 Barricas de Chile mostrará a otros países productores de vino y a los consumidores que la industria vitivinícola chilena es capaz de unirse y trabajar en proyectos innovadores y creativos.
Coincide en eso Francisco Baettig, director técnico de la Viña Errázuriz, quien cree que "es una iniciativa muy buena para el Chile productor de vino, que trabaja unido en un producto que se enfoca en el valor y no en el volumen".
"Chile necesita imagen, tiene que reforzarse y hasta ahora solo aparecían viñas grandes que hacían cosas por su lado. Se necesita este asociacionismo", señala a Efe el experto.
Con este producto en el mercado, Rafael Prieto, de Top Winemakers, ya tiene encarrilado su próximo proyecto cooperativo.
A finales de este mes embotellará un nuevo carménère elaborado con una selección de los cincuenta mejores vinos chilenos con esa cepa.
El vino se lanzará en 2014, coincidiendo con el vigésimo aniversario del redescubrimiento de la variedad carménère en Chile. EFE